Florida-elecciones: ¿Recuerdan las del 2000?
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A las puertas de esos comicios del 4 de noviembre llega a flotar la preocupación de que se repita el indecente espectáculo del 2000.
Según la prensa local, el temor gira ante la posibilidad de un empate entre los dos candidatos a la Gobernación floridana.
Como es sabido, se trata de un hombre del Tea Party que aspira como candidato republicano, Rick Scott, y del demócrata Charlie Crist.
Un periodista del Nuevo Herald, Steve Bousquet, dijo este miércoles que el temor radica en que se produzca un empate.
Llegó a valorar tal posibilidad como “una pesadilla” sobre la que nadie desea pensar.
¿Dónde, según Bousquet, residiría el peligro mayor? En que la votación final coloque a Scott y Crist en un plano de igualdad.
Esa intranquilidad es atribuida al colosal fraude electoral que en el año 2000 impuso como presidente a George W. Bush.
Cuando ello sucedió aspiraba también al cargo el demócrata Albert Gore.
¿Resultado? Según la versión oficial, W. Bush alcanzó 50 millones, 456 002 votos (el 47,9 por ciento), y Gore 50 999 979 (el 48, 4 por ciento).
Expertos subrayaron que estas fueron las primeras elecciones, desde 1888, donde un candidato presidencial obtuvo el triunfo sin tener la mayoría de los sufragios.
Cuando una emisora de Miami le preguntó al ex mandatario James Carter sobre lo acaecido, este respondió sentirse “desconcertado y avergonzado” por lo sucedido en la Florida.
Numerosas irregularidades cometidas entonces fueron desnudadas por un periodista británico, Greg Palast.
Lo hizo en su libro The Best Democracy Can Buy (la mejor democracia que el dinero puede comprar), publicado además en español.
Refleja, entre otros asuntos, las dificultades impuestas a miles de afroamericanos, demócratas en su mayoría, que no pudieron votar en la Florida.
También el desprecio a más de 450 quejas de personas impedidas de ejercer el sufragio en distintos lugares.
¿Qué facilitó estas y otras iniquidades en el 2000? Lo apretado que llegaron ambos candidatos al final de la contienda.
Ahora en la Florida sondeos están exhibiendo a Scott y Crist prácticamente diferenciados “por una cabeza”, hecho que da pie a las actuales conjeturas.
“Esto es Florida, “cualquier cosa puede suceder”, alertó en Miami el periodista Steve Bousquet.
Pero también se trata de la potencia que supone ser el paradigma de la democracia sobre el Orbe.
Lo revalidará o negará de alguna forma este martes cuando en la Florida crucen lanzas un genuino hijo del neonazi Tea Party, Rick Scott, y su rival demócrata, Charlie Crist.
En un correo electrónico que el segundo envió recientemente, adelantó que el margen de la victoria podría ser de “unos pocos miles de votos”.
Según expertos, si los resultados del martes por la noche no son amplios, será escasa la posibilidad de que alguno de los candidatos acepte su derrota.
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