Gastón, una joya del bajo en Cuba

Gastón, una joya del bajo en Cuba
Fecha de publicación: 
17 Octubre 2014
0
Imagen principal: 

Gastón Joya está considerado actualmente- por grandes músicos de la Isla- como el mejor o uno de los mejores contrabajistas de Cuba, pero él no hace ningún alarde de eso. De hecho es un joven bastante tímido que se sonroja cuando uno halaga su trabajo.

Le gusta presentarse simplemente con su nombre y prefiere no llevar etiquetas de un género u otro. “Soy un bajista cubano que ama la música, admiro a los grandes artistas que me han precedido en mi país y estoy feliz con el trabajo que estoy haciendo y con todas las oportunidades que he tenido últimamente”, afirma.

Pero como dicen los sabios, la oportunidad o la suerte es la combinación de la preparación personal con el estar en el momento indicado, y Gastón sí que ha sabido desplegar su virtuosismo para lograr mostrar su música en importantes escenarios internacionales, tocando y grabando discos junto a colosos como Chucho Valdés o Ernán López-Nussa.

Gastón fue premiado en Cubadisco 2014 por el álbum que lleva su nombre en la categoría de Ópera Prima y es uno de los intérpretes de “Sacrilegio”, con el que Ernán ganó el Gran Premio y otros lauros de este certamen. Pero como la música nunca se detiene Gastón ya está envuelto en otros proyectos personales y con otros artistas, por ejemplo, la grabación de un DVD live en el club habanero de jazz La Zorra y El Cuervo.

 

gaston 2

“Empecé a tocar contrabajo desde niño, imitando a mi papá, con cuatro o cinco años. Luego estudié chelo en la escuela y a los 10 años sí me dediqué al bajo rigurosamente. Lo que me enamoró de ese instrumento fue muy padre, verlo tocar, yo quería hacer lo que él hacía”, recuerda.

“Cuando yo iba a sus ensayos memorizaba sus temas y él me pedía que los tocara, era una diversión. La cosa se puso seria cuando fui creciendo y entré a la escuela de música. Él se fue a trabajar a Buenos Aires y yo me quedé con mis profesores de la Guillermo Tomás hasta que ingresé en el ISA”.

Se te ve contento, has tenido muchos éxitos últimamente.

Estoy muy feliz, he trabajado siempre con gente que me enseña, cada día aprendo algo, eso es lo mejor, hacer lo que nos gusta mientras los demás nos aportan a nuestro conocimiento.

¿Te consideras un jazzista?

No me considero un jazzista sino un músico que se integra a todo, aunque sí tengo mucha influencia del jazz porque desde pequeño en mi casa se escuchaba mucha música cubana y jazz. Pero realmente soy una persona alternativa.

En la academia cubana no existe una cátedra de música popular. Muchos artistas se quejan de eso, ¿cuál es tu parecer al respecto?

Es fundamental ese tema. Constantemente hablamos de eso, de la ausencia de una academia popular en el país, a pesar de que somos una potencia de la música popular. Yo he tenido suerte porque he tocado con muchos que no pertenecen a mi generación y me han enseñado en ese sentido. Tengo la influencia de Chucho Valdés, Enrique Plá, Jorge Reyes y Cachaíto López. Este último fue maestro de mi padre y mío.

Las giras que hacemos y la realización de algunos talleres nos nutren de música popular, pero no tenemos una escuela y la necesitamos.

Para buscarle alternativas a esto. Hace un par de semanas Rolando Luna, Rodney Barreto y yo nos involucramos en talleres para estudiantes de nivel medio, con charlas y ejercicios… y la intención es extender esa iniciativa a todas las provincias. Tenemos muchas ganas de hacerlo, lo necesitamos para nosotros mismos, para estudiar.

 

gaston 3

De ti se habla como un enlace entre lo clásico y lo popular

Para mí la música no es clásica ni popular. Hice mucha música clásica con Leo Brouwer y con la Orquesta de Cámara de La Habana de Iván del Prado. Actualmente no estudio tanto lo clásico, he mezclado ambas cosas, pero no creo que haya una fórmula para hacerlo.

¿Qué te guía para componer?

Yo no pienso mucho, se me ocurre escribir una nota y otra, la melodía viene sola. Cuando no se me ocurre nada, paro. A veces he tenido que hacerlo a conciencia porque se trata de encargos, pero no lo sigo como una disciplina, no tengo un código.

Creo que esto nos hace singulares a los cubanos, el no tener una escuela popular nos ha obligado a buscar nuestros propios recursos y esto nos ha vuelto globales y diferentes, sin perder nuestra identidad.

¿Cuánto puede significar para un joven músico cubano ganar un premio como el Cubadisco?
Es un estímulo grandísimo porque el hecho de que personas que han marcado pautas en tu país te premien es una alegría muy grande. Realmente yo no trabajo pensando en eso, pero definitivamente es una satisfacción porque quiere decir que lo que uno hace está bien.

 

Gaston duelo

Tú ganaste el JoJazz en 2006 y a los premiados de este concurso se les da la oportunidad de hacer un disco con Producciones Colibrí. Ha transcurrido mucho tiempo desde entonces. ¿Cómo fue la preparación para el álbum con el que debutas ahora?

Quise hacer un disco desde antes, pero no concreté nada y me enfoqué en mi trabajo, fue una época en que estudiaba y trabajaba al mismo tiempo. De repente se me ocurrían muchas canciones mientras tocaba con otros de mi generación como Michael Olivera, Ariel Brínguez, Ernesto Camilo, Alfredo Rodríguez…

De ahí salió el disco. Me demoré, pero preferí hacer las cosas a mi ritmo. La mayoría de los que me acompañan en él son jóvenes como yo, con quienes me siento muy cómodo.

Con la colección “El joven espíritu del jazz en Cuba” de Producciones Colibrí se ha hecho visible un movimiento notable de jóvenes músicos cubanos. ¿Te sientes parte de él?

Creo que sí existe este movimiento y creo que lo mejor que tenemos es que además de lo común, cada uno ha buscado su camino. Esa es una colección muy bonita que se identifica por la diversidad. Aún falta gente por integrarse, están madurando poco a poco.

La oportunidad de grabar un disco, difundirlo y que nos paguen es magnífica. Eso ya no se ve en otras partes. Ojalá esa música se mueva, que no quede estancada, si no, no hemos logrado nada.

¿Qué los diferencia a ustedes de los jazzistas consagrados cubanos, con algunos de los cuales tú has trabajado?

Primeramente, la experiencia de ellos es más amplia que la de nosotros; nosotros tenemos una óptica diferente. Mi generación ha revisitado el trabajo de los anteriores, poniéndole algo nuevo, nuestro. Tenemos una base sólida gracias a ellos, esa es una ventaja. Todos los días aprendo y descubro cosas, a pesar de que creo que esos grandes ya lo inventaron todo. Nosotros tenemos que defender la música cubana.

¿Cómo te va en el grupo de Chucho?

Muy bien, estoy muy contento. Hace tres años Rodney Barreto y yo nos integramos a sus Afrocuban Messengers. Hicimos el álbum “Sin fronteras”, con el que estamos girando y que está nominado al Grammy. La experiencia que estoy teniendo tocando este disco que habla del folclor es algo que no había vivido antes.

Lo que más me tiene a mí “gozando” es poder tocar temas viejos de Chucho, cuando estaba en Irakere.

¿Tienes oportunidad de crear con su grupo?

Sí, él sugiere las cosas, pero siempre nos deja un margen para que construyamos. Eso me desarrolla mucho.

El jazz surgió como un género popular, pero se volvió de élites…

Creo que eso está en los músicos. Cuando una música se vuelve a un público reducido no quiere decir que sea mala sino difícil de entender. Ahora estamos en un momento de integrarnos y la música está tratando de volver a ser más transparente para conectar de nuevo al público. Ya nadie escucha un CD de arriba a abajo ni se compra tantos discos; existe internet, la piratería y las personas no tienen tiempo, entonces los artistas tenemos que crear cosas claras, con energía.

Hoy día el conocimiento está accesible para la gente, niños o adultos, la energía de una obra es lo que puede cautivarlos.

 

gaston rie

alt

Añadir nuevo comentario

CAPTCHA
Esta pregunta es para comprobar si usted es un visitante humano y prevenir envíos de spam automatizado.
CAPTCHA de imagen
Introduzca los caracteres mostrados en la imagen.