La música cubana sigue dando de qué hablar
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La música cubana viene casi siempre acompañada de buenas noticias. No podría ser de otra manera si recordamos que su objetivo primario es para el alma divertir, mucho más tratándose de una isla tan musical como la nuestra.
El 2011 fue un año más para regocijarnos de la música hecha en Cuba o interpretada aquí. Estos 365 días estuvieron marcados por el lanzamiento de nuevos discos de emblemáticas agrupaciones. Los habituales eventos musicales constituyeron puntos de encuentros entre grandes artistas cubanos y del mundo y promovieron el diálogo entre los distintos géneros musicales.
Las nominaciones al Grammy Latino de Adalberto Álvarez y Omara Portuondo fueron grandes motivos de alegría.
La música clásica y la popular fueron protagonistas de este abrazo artístico. El año abrió con visitas de prestigiosas orquestas sinfónicas extranjeras que además de conciertos impartieron talleres y clases magistrales con los cubanos, como la norteamericana Orquesta Harvard-Radcliffe, que compartio escenarios con el Coro Nacional y Ópera de la Calle en la interpretación de la novena de sinfonía de Beethoven.
La Orquesta francesa de la Ópera de Rouen Haute de Normandía y el Ensemble de Cuerdas del Colegio St. Paul, en Estados Unidos, también nos visitaron. Mientras uno de los momentos más emocionantes fue la acogida a los instrumentistas de la Orquesta de Cámara de la Ciudad Prohibida de China.
Varias de las agrupaciones más populares presentaron nuevas credenciales con sus últimos discos. “Acabaíto de nacer” de la Charanga Habanera fue muy radiado desde que salió, y uno de sus tracks, “La suerte”, arrasó como video clip en los Premios Lucas.
“La maquinaria” de Van Van recién tuvo su aparición con un sonadísimo concierto en el Karl Marx, en el cual Juan Formell nos refresca la sonoridad característica de esa banda que muy bien todos conocen como “el tren musical de Cuba”.
César Pedroso “Pupy” lanzó su “Siempre Pupy”, un disco que festeja sus 50 años de vida artística y los 10 de su agrupación “Los que son, son”. Y si de aniversarios se trata Síntesis dejó “Traigo para dar” por su cumpleaños 35 y José Luis Cortés “El Tosco” ha dado mucho de qué hablar con “Mis 22 años”, un fonograma doble excelente que reúne a grandes de la música cubana contemporánea.
Siguiendo con lo mejor de la discografía de 2011, la EGREM sacó “45 D´ lujo”, una colección de 10 álbumes antológicos que reflejan lo que ha sido la música cubana en los últimos 50 años, a través de 192 temas que fueron inéditos, o grabaciones apócrifas.
La disquera Bis Music siguió con su racha de éxitos y entre sus descubrimientos más relevantes de noveles artistas lanzó a Adrián Berazaín y rescató clásicos del rock cubano como Extraño Corazón.
Con la primavera aterrizó en La Habana el festival europeo Peace & Love, en el que confluyeron bandas foráneas como Loptroop Rockers, Familjien, Timbuktu and Dawn y The Baboon Show junto a los del patio Carlos Varela, Hipnosis y Zeus.
Cubadisco 2011, dedicado al son, este año, le dio el reconocimiento que este ritmo autóctono necesitaba. Mientras que en 2012 el evento estará dedicado a las cuerdas, con un énfasis de la guitarra como acompañamiento en la música popular.
El cantante Raúl Paz lideró el proyecto Havanization, que se concretó con un gran concierto en La Tropical junto a otros músicos de su generación: Haydée Milanés, Decemer Bueno, David Torrens y Kelvis Ochoa.
Silvio Rodríguez continuó su gira por los barrios, cosechando aplausos, por supuesto, de quienes confían, más que en la trova, en la música comprometida, esa que desde sus acordes, abraza a la gente.
Un fenómeno que ha generado innumerables seguidores por su carácter altruista, fue el que promovió X Alfonso con su disco “Reverse”, el cual es repartido gratuitamente en cada una de sus presentaciones en universidades y plazas cubanas.
Volviendo a la fusión de lo clásico y lo popular, como colofón dorado, el año terminó con dos grandes festivales: el JoJazz y el Jazz Plaza, ambos, puntos de intercambio entre los grandes músicos de Cuba y el mundo. Este último estuvo dedicado a la música clásica en el jazz y a él asistieron dos grandes figuras: el cubano Gonzalo Rubalcaba y el pianista Arturo O´Farrill, hijo del gran Chico O´Farrill.
No podemos obviar que este año la música cubana vivió una intensa polémica relacionada con el reguetón, las letras de las canciones y la audiencia; un tema interesante que será crucial para redefinir perfiles e intereses en los medios de comunicación, sin que se entienda como algo negativo. Lo más importante es que nuestra música seguramente continuará dando de qué hablar.
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