Las puertas del museo fueron abiertas este domingo tras inversiones por 50 millones de reales (unos 22,7 millones de dólares) y seis años después de que el proyecto fuera puesto en marcha por el futbolista, diferentes instancias gubernamentales y hasta 28 empresas privadas que lo patrocinan.

Pese a que otras ciudades se lo disputaban, el propio Pelé pidió que fuera construido en la ciudad en que tiene su sede el club Santos, en el que el exfutbolista jugó la mayor parte de su vida y con el que fue dos veces campeón intercontinental de clubes.

El museo fue instalado en un caserón que estaba en ruinas en Valongo, uno de los más antiguos y tradicionales barrios de esta ciudad en el litoral del estado de Sao Paulo que alberga el mayor puerto de América Latina.

Del total de piezas del museo, 180, entre las más apreciadas por su valor histórico, pertenecen a la colección privada del tres veces campeón mundial.

En la ceremonia de inauguración del museo fue exhibido un vídeo en que la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que inicialmente tenía previsto asistir pero canceló a última hora, afirma que la construcción no sólo es un gran reconocimiento al exfutbolista sino también un importante acto simbólico para Brasil.

"Perpetuamos aquí la memoria de uno de nuestros más ilustres ciudadanos en momentos en que, aquí en Brasil, organizamos el Mundial, el mayor evento del deporte, y transformamos a Edson Arantes do Nascimento en nuestro Rey Pelé", afirmó la mandataria la referirse al considerado mayor atleta del siglo XX.

La jefe de Estado dijo que todos los visitantes merecen conocer las hazañas del jugador que anotó 1.281 goles en su carrera, que lo convierten en el mayor artillero en la historia del fútbol.

"Es un número que impresiona pero lo difícil no es hacer tantos goles como Pelé sino un único gol como él. Pese a que ya fue elegido como atleta del siglo XXI, creo que Pelé es el atleta de todos los tiempos", afirmó.

Visiblemente emocionado y con dificultades para expresarse, Pelé agradeció por estar vivo y con salud para recibir un homenaje como ese y recordó su primer viaje con la selección brasileña, cuando tenía 17 años, al Mundial de Suecia en 1958.

"Cuando llegamos allá, mis primeras peleas con las personas se produjeron cuando percibí que ellos creían que Brasil quedaba en Argentina o tan sólo tenían como referencia la Amazonía. En esa época nadie conocía Brasil y hoy, con la inauguración del museo, estamos organizando el Mundial aquí y todo el mundo nos está mirando", dijo.

El vicepresidente brasileño, Michel Temer, que representó a Rousseff en la ceremonia, destacó la importancia del museo tanto por el aspecto turístico como por preservar la memoria del deporte brasileño.

El museo, cuya construcción exigió cuatro años, tiene 4.134 metros cuadrados y cuenta con áreas en que el visitante puede participar interactivamente con exhibiciones multimedia. Igualmente posee espacio para exposiciones temporales, la primera de las cuales, "4 Copas e 1 Rei", también fue inaugurada hoy.