Humo en la pista, tanto en Nassau como en La Habana

No importó el viento, la inexperiencia o los monstruos corriendo justo por el carril de al lado. El atletismo de Cuba es grande, y como tal se comportó tanto en el estadio Thomas Robinson de Bahamas como acá en el Estadio Panamericano, donde pinchos voladores y humo fueron palabras de orden.

Tener nada más y nada menos que a Ana Fidelia Quirot como ídolo pesa. El simple mote de “Tormenta del Caribe” y su excelsa hoja de servicios lo dice todo. Imaginen entonces el hecho de romperle el récord de los 800 metros en el Memorial Barrientos, con 17 años de existencia.

Un éxtasis rotundo le produjo semejante hazaña a la novel Sahily Diago (26 de agosto de 1995), capaz de detener los relojes en 1:57.74, poco más de un segundo inferior al 1:58.77 de Ana Fidelia.

“Fue como correr por las nubes, había trabajado fuerte para pegarme nuevamente al 1:58.14 de hace dos semanas, a eso súmale que Rose Mary Almanza (1:59.76-plata) poco a poco ha ido recuperando su nivel y hacer la carrera con alguien que te presiona ayuda en materia de tiempos.

“En ese sentido no soy muy táctica, sencillamente salgo a correr, administro mis fuerzas y después de los primeros 400 metros desarrollo mi ritmo más intenso y remate. En mi mente ahora están el Mundial Juvenil de Oregón, Estados Unidos (del 22 al 27 de julio) y salir a correr en busca de las mejores de la elite”.

Al menos el mensaje ya lo lanzó, y estoy casi convencido de que son el resto de las ochocentistas del nivel supremo quienes amanecerán este lunes dirigiendo su mirada a la esbelta y delgada corredora que ingresó en el elenco nacional a finales del 2011 bajo la égida de Frank Ayala y que se instaló de forma irreverente con apenas 18 años en la cima del ranking mundial de la doble vuelta al óvalo.

Correr fuerte los 800 y establecer enconadas porfías al parecer está de moda acá en casa, pues los capitalinos Jorge Liranzo (1:48.43) y Andy González (1:48.81) sacaron chispas y plantearon un nuevo dolor de cabeza a los entendidos, de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz, sobre todo por el hecho de que justamente en Cartagena de Indias 2006 Andy se dio a conocer con su corona y en lo que va de año Liranzo le ha derrotado en tres ocasiones:

“Nuestra rivalidad de limita exclusivamente a las pistas. Andy es mi compañero de cuarto, crecemos juntos. En lo personal estoy feliz con este triunfo, pese a ser el tiempo inferior a mis 1:46.21 de marca personal. Sucede que en el 2013 estuve ausente producto de una ruptura en mi bíceps femoral derecho y al comienzo de la preparación ahora tuve que pasar la previa del servicio militar.

Mi reincorporación ha estado marcada por el buen estado físico y psicológico, un trabajo constante junto a Sahily con el profe Ayala y el estudio de las carreras de David Rudisha, de ahí que tenga como meta antes de Veracruz acercarme a 1:44 y mantener la tradición de hombres claves como Alberto Juantorena, Norberto Téllez y Yeimer López”, este último cronometró 1:44.01 este sábado.

Huella en Nassau

Pese a regresar sin medallas y con la clasificación exclusiva del 4x 400 al Mundial de Beijing, ambas postas cubanas presentes en el Mundial de Relevos de Nassau, Bahamas, rindieron una buena actuación con marcas cimeras de la campaña incluidas, máxime si se tiene en cuenta que apenas pudieron carburar juntos con todas las de la ley.

Así la posta larga de Williams Collazo, Raidel Acea, Adrián Chacón y Yoandys Lescay detuvo los relojes en 3:00.61 minutos para ubicarse quintos del planeta, únicamente superados por potencias de la talla de Estados Unidos (2:57.25 y tope para elevento), Bahamas (2:57.59), Trinidad y Tobago (2:58.34) y Gran Bretaña (3:00.32).

Por su parte al 4x100 le tocó bailar con la más fea, pues sus 38.44 segundos devinieron el séptimo tiempo entre la veintena de cuartetas inscritas, solo que largaron en el heat más potente y eso los privó de colarse en la discusión de las preseas. En su lugar como séptimo y octavos elencos accedieron Alemania (38.62) y Canadá (38.70), respectivamente.