Cuba: ¿Crímenes de odio?

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Cuba: ¿Crímenes de odio?
Fecha de publicación: 
9 Abril 2014
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La prensa nacional, normalmente parca en estos asuntos, ha referido la muerte violenta de algunos homosexuales en los últimos meses. En dos de los casos, la publicación tuvo que ver fundamentalmente con el reconocimiento público de las víctimas: eran destacados artistas. En las notas (escritas en las redacciones culturales de los medios) no se mencionó su orientación sexual (no era necesario, francamente), en buena parte de ellas ni siquiera se aludió la causa de la muerte (en nuestro caso sí lo especificamos).

Sobre el tercer caso, hace pocas semanas, el Ministerio del Interior (MININT) divulgó una nota informativa donde tampoco se explicita la orientación sexual de una de las víctimas y del victimario, aunque se sugiere. En un párrafo se dice que el autor del crimen “mantenía relaciones estrechas” con la víctima, hombre de 49 años de edad. En otro párrafo se afirma que “durante los interrogatorios (el victimario) confesó que su actuación estuvo condicionada por un móvil pasional”.

Sin caer en los excesos de la crónica roja, la divulgación de estos hechos resulta prudente. La ciudadanía necesita estar informada de acontecimientos tan graves. No hay que convertir estos crímenes en un morboso espectáculo, pero tampoco conviene ignorarlos en los medios: los rumores terminan siempre por desvirtuar los hechos. Y en las redes sociales el rumor se difunde sin que medien comprobaciones.

Precisamente en algunas redes sociales se ha afirmado que estos hechos y otros contra homosexuales que no han sido reseñados por la prensa forman parte de una ola de crímenes de odio que sacude a la sociedad cubana ahora mismo. Nunca antes habían asesinado a tantos homosexuales —dicen algunos, y otros hasta sugieren que se trata de una especie de conspiración en contra de la diversidad.

Algunos medios extranjeros —particularmente los más críticos con el sistema en Cuba— se han hecho eco de estas denuncias, sin profundizar en las causas de los crímenes ni en el verdadero cariz de los delitos de odio.

Con buenas, regulares y malas intenciones, se ha achacado a un odio militante a los homosexuales buena parte de las agresiones que ha sufrido esa comunidad en los últimos años. Es probable que algunos de los delitos contra ese grupo estén motivados por ese odio; pero lo cierto es que la mayoría de los crímenes tiene móviles comunes, que poco o nada tienen que ver con la orientación sexual de las víctimas. O quizás sí tengan que ver, pero por razones más tangenciales.

El delito de odio, según la convención, es aquel que se comete contra individuos de determinado grupo social, por su edad, raza, religión, etnia, nacionalidad, ideología, discapacidad, género, identidad de género u orientación sexual. O sea, el móvil del ataque es precisamente el odio hacia esas características, desde los prejuicios o la incapacidad de tolerar al diferente.

No es lo mismo asesinar a un homosexual para robarle que asesinarlo por el mero hecho de ser homosexual. El segundo caso es un crimen de odio. El primero es un crimen común. Obviamente, muchas veces es difícil establecer fronteras. Es posible que el individuo que mate para robar también rechace a los homosexuales, pero en todo caso esa será una causa secundaria.

La mayoría de los ataques denunciados por miembros del colectivo LGBT cubano no pueden ser considerados delitos de odio. Ni siquiera cuando medie en alguna medida cierto rechazo a los homosexuales. Es más, asumir que lo son implicaría cierto matiz discriminatorio o “victimista”. Si una persona agrede a una mujer o a un anciano para robarles —o incluso, por mera manifestación de violencia— no hay que asumir necesariamente que esa persona odie a las mujeres o a los ancianos.

Algunos se preguntan: ¿por qué casi siempre son homosexuales las víctimas? Lo primero que hay que establecer es que no siempre son homosexuales.

Y en segundo lugar habría que añadir que ese grupo es mucho más vulnerable que otros colectivos sociales. Por la discriminación, los prejuicios o por pura elección personal (que es perfectamente legítima), los homosexuales pueden asumir la promiscuidad casi como estilo de vida. No pocos llevan a sus casas a personas que apenas conocen. La falta de lugares establecidos para los encuentros íntimos (y también la elección personal) los hacen frecuentar sitios de encuentro poco convencionales (apartados, poco iluminados, escabrosos), que suelen ser campo de acción de delincuentes.

Cuba sigue siendo uno de los países más seguros del continente. Y en buena medida, uno de los más pacíficos y “bien llevado”. El tan llevado y traído “choteo” nacional ha mostrado también una vocación discriminatoria contra el homosexual, pero en pocas ocasiones se ha traducido en agresiones físicas graves. Es más, la lógica de que “cada cual haga de su vida lo que quiera” ha primado por encima de actitudes más beligerantes.

De acuerdo, hace falta más educación, hace falta más sentido de la solidaridad, hace falta más sentido cívico, hace falta más reconocimiento institucional a la condición homosexual. Y hace falta también más sensibilidad y conocimiento por parte de las fuerzas públicas.

Pero lo cierto es que por el momento no sufrimos ninguna ola de crímenes de odio, ni contra los homosexuales ni contra otras minorías. Ojalá no la padezcamos nunca.      

Comentarios

De acuerdo en lo esencial con el enfoque de Yuris, aunque quisiera hacer algunas precisiones sobre varios comentarios:<br />1. La homosexualidad es una orientación sexual que no necesariamente tiene que ver con el travestismo. Un travesti puede o no ser homosexual. En muchos casos son personas transexuales, cuya identidad de género es de mujer aunque tengan genitales masculinos: son categorías diferentes de la sexualidad.<br />2. Toda persona tiene derecho a expresar su sexualidad libremente siempre que no agreda o irrespete a otras. Si un homosexual o persona trans expresa su orientación sexual o identidad de género en público es su derecho, como lo hacen constantemente los heterosexuales sin que nadie los cuestione. ¿Por qué no causa el mismo rechazo el hombre machista que ofende o acosa a las mujeres en la calle, o a quien alardea de su masculinidad con alardes de violencia?<br />3. La buena educación y el comportamiento social adecuado no tiene nada que ver con la orientación sexual o la identidad de género de las personas.<br />4. Lo que hay que superar para reducir la vulnerabilidad de las personas homosexuales ante homicidios y asesinatos son los prejuicios y la homofobia en todas sus variantes. Cuando nos sintamos más seguros y menos cuestionados por ser homosexuales, habrá menos crímenes.<br />Gracias a Cubasí por traer el tema a discusión.
No se harán eco estas informaciones de la realidad en todos los matices; pero sí de algo preocupante: la degradación moral y la pérdida de sentido de una generación nueva de cubanos. La mayoría de estos asesinatos tienen patrones similares, personas cuarentonas (o mayores) con solvencia económica relacionados con personas mucho menores que ellas (que, casualmente, no tienen solvencia económica). Más claro ni el agua. Trueque, compra-venta.... ¿o acaso no?.... Relaciones formadas bajo estas premisas las tienen todas para terminar mal.
Rosin: si va a decir que no está de acuerdo con el comentario entonces léalo bien porque, teniendo en cuenta su opinión, usted está de acuerdo con el periodista y no lo sabe.
Miren es cierto que los homosexuales o gay pues es cierto tanto mujeres como hombres algunos se pasan y lo reconozco que debe ser asi mas no deben criticar a todos por el acto de unos cuantos ok, eso y decirles que a los que dicen que en cuba no hay homofobia, no solo se trata de que a un gay no le den empleo eso no es homofobia solamente sino todo tipo de represión tambien en su hogar como conozco gente y hasta debo decir y confesar gente que por duro que parezca la bisexualidad u homosexualidad como me ocurrió a mí con esta primera orientacion que menciono, pues nadie sabe lo mal que la he pasado y lo mal que la sigo pasando en mi mundo cotidiano al vivir con una familia totalmente homófoba y que me echaron de mi casa y todo y luego al darse cuenta que casi estaba a punto de dormir en la calle pues me recogieron como un perro sarnoso que echan y luego le recogen sin ninguna contemplacion y sin mas minima piedad todos me golpearon en casa asi sin mas gente nadie sabe lo que habla y es cieto para que te gusten las chicas siendo chica no debes aparentar ser un hombre y como mismo si te gusta un chico siendo un chico no debes aparentar ser una chica, ese es el tema nada más.
Nadie esta facultado para asesinar voluntariamente a otra persona, sea cual fuere el movil o moviles. Ahora, nosotros los cubanos, infelizmente hemos pasado abruptamente de la intolerancia a la homosexualidad a fomentar la homosexualidad que son dos cosas totalmente distintas. Es muy dificil ver peliculas de otros paises donde se representen o protagonicen personajes de estas tendencias y sin embargo NO HAY PELICULA CUBANA ACTUALMENTE DONDE NO SE TOQUE DIRECTAMENTE ESTE TEMA, se abusa y se promueve, creando un clima de irrespeto extremo. En lo personal siento una relación directamente proporcional entre la expansión desmedida del homosexualismo y la perdida de valores en nuestra sociedad. Saludos y Gracias si me publican.

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