Liberan de celdas de aislamiento en EE.UU. a reos en huelga de hambre

Abogados de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) del noroccidental estado y de la Oficina de Servicios Legales amenazaron el jueves con interponer una demanda ante un tribunal por la arbitrariedad cometida contra los presos, destacó el diario californiano La Opinión.

Funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional informaron este sábado que habían liberado a los detenidos de las celdas de aislamiento y los colocaron juntos en un mismo lugar, agregó.

Maru Villalpando, activista de Seattle, calificó el hecho como una victoria "porque ahora saben que la gente los está mirando, que estas personas están representadas, que no están solas".

Sarah Dunne, directora legal de ACLU-Washington explicó que recurrir a celdas de aislamiento equivale a castigar de manera ilegal el derecho de expresión de los detenidos, garantizado por la primera enmienda de la Constitución.

Los abogados esperan que la demanda tenga un efecto indirecto en la práctica de otros centros de detención que usan celdas de aislamiento como castigo a protestas, lo cual, según platean, resulta ilegal, destacó el rotativo.

Los reos permanecieron seis jornadas en celdas de aislamiento durante 23 de las 24 horas del día.

La veintena de reclusos conforman parte de un grupo que dejó de ingerir alimentos desde mediados de marzo para expresar su disconformidad con el trato que recibían en el centro de detención, detalló la fuente.

Villalpando dijo que la huelga aún continúa y que buena parte de los detenidos se sumaron este sábado al Día Nacional de Protestas contra las deportaciones.

En Estados Unidos viven cerca de 11,5 millones de personas sin papeles, a la espera de una demorada reforma migratoria trabada en el Congreso por las divergencias y maniobras políticas entre demócratas y republicanos.

A lo largo de la nación norteña existen centros de detención de inmigrantes similares al de Tacoma, donde se recluyen a aquellas personas que califican como ilegales por carecer de ciudadanía.

La administración del presidente Barack Obama destaca por romper el récord de deportaciones de indocumentados, con un promedio de 400 mil expulsiones anuales durante sus cinco años en la Casa Blanca.