Reclaman a Obama y Clinton como testigos en juicio por filtraciones a WikiLeaks

Mientras avanza el proceso contra el soldado estadounidense Bradley Manning, acusado de colaborar en las filtraciones de datos secretos a WikiLeaks, el Gobierno está tratando de rechazar a las casi 50 personas que sus abogados proponen como testigos, incluidas altas autoridades del país.

El abogado defensor David Coombs solicitó que el presidente Barack Obama y la secretaria de estado Hillary Clinton testifiquen durante una audiencia previa al juicio fechada para el 16 de diciembre. Allí se determinará si el caso desembocará en un juicio debido en un tribunal militar.

Coombs espera que el fallo fracase si prueba que las observaciones hechas por el presidente y comandante en jefe este año representa una "influencia ilegal del mando".

En abril pasado, Obama afirmó en público que Manning había violado la ley, por lo que el abogado resaltó en su petición al tribunal que "se prohíbe que un oficial superior en la cadena de mando diga o haga algo que pueda influir en cualquier decisión de un subordinado sobre cómo abordar un asunto de justicia militar".

Además, la defensa quiere preguntar a Clinton si los documentos presuntamente revelados por Manning realmente amenazaron la seguridad nacional, según lo declarado en la acusación.

El juzgado respondió que Obama y Clinton son personas "demasiado importantes" para comparecer ante el tribunal, según Coombs, quien lo considera un golpe no solo para su caso sino para el sistema judicial en su conjunto.

"La justicia militar no debe depender de la importancia de un cargo", dijo el abogado de Manning, quien lleva casi dos años detenido.

Asimismo, el Gobierno busca reducir la lista de testigos reclamados por la defensa de 48 a solo 10, lo que "impediría una completa e imparcial investigación", afirmó Coombs.