Cruzada por el teatro

Desde el pasado 28 de enero, comenzó su periplo por las montañas la Cruzada Teatral Guantánamo  -Baracoa, el mayor hecho cultural del que disfruta el público serrano en la provincia más al Oriente de Cuba.

Reeditado ya por vigésimo cuarta ocasión, el más abarcador de los eventos de  teatro comunitario en el territorio, responde a la necesidad de aumentar la oferta cultural a los habitantes de las intrincadas comunidades de los seis municipios de más abrupta geografía en Guantánamo.

Dísimiles agrupaciones, teatristas, especialistas y personalidades de las tablas cubanas, han participado a lo largo de las 23 ediciones precedentes junto a los grupos teatrales guantanameros. Entre ellos, por sólo mencionar algunos, se encuentran Abel Prieto, Julián González, Armando Morales, Corina Mestre y Omar Valiño, este último uno de los más fervientes participantes en la travesía cultural, que este año también anduvo de teatrero las primeras jornadas del recorrido.

En el transcurso de casi un cuarto de siglo, las voces de la Cruzada han llegado hasta más allá de las fronteras de Cuba, trayendo consigo a conjuntos teatrales y artistas independientes de Colombia, Venezuela, Argentina, España, el País Vasco, Bélgica e Italia, para compartir el desandar escénico por las lomas del Guaso. Este 2014 también se prevé la presencia internacional, con el arribo de varios grupos latinoamericanos a partir de la tercera semana de febrero.

A poco más de siete días de haber iniciado su peregrinaje, el acontecimiento teatral transita por el segundo de los municipios del itinerario y ya ronda el centenar de funciones para niños y adultos. Puestas de estreno y obras que han visto crecer a varias generaciones toman plazas, escuelas y centros laborales, haciendo, vez tras vez, las delicias de los lugareños.

En cada comunidad visitada, los artistas implicados hasta la fecha han logrado la integración con los instructores de arte, promotores culturales y sus proyectos, propiciando además la concreción de acciones de superación a través de la realización de talleres y la impartición de conferencias.

Concebida desde sus inicios para incidir en el desarrollo del gusto estético, capacidad de apreciación y creación artística en los pobladores del lomerío, el capítulo 24 de la Cruzada Teatral avanza a toda marcha llenando el monte con la algarabía de títeres y personajes, en el noble empeño de llevar el teatro hasta impensables sitios de la escabrosa región intra-montana.