ESTRENOS DE CINE: Prisioneros

Luego de obtener la fama mundial con el drama de corte político Incendies(2001), el director canadiense Denis Villeneuve, de 46 años, nos deleita y sobrecoge –tal y como nos tiene acostumbrados- con Prisioneros, un thriller del año 2013 que explora la condición humana más siniestra.

Keller Dover, interpretado por el siempre histriónico Hugh Jackman (X Men, y Los miserables), se enfrenta a la desaparición de su hija. La niña, de seis años, jugaba junto a su amiga cuando -sorpresivamente; a plena luz del día- es raptada. A pocos días del siniestro, y ante el hecho de que la policía libera al único sospechoso, el pánico es tal que el padre decide ocuparse del asunto personalmente. Pero, ¿qué es lo que está dispuesto a hacer para averiguar el paradero de su hija?

Como en Enemy, la otra entrega de Villeneuve del pasado año, la película Prisioneros despliega preguntas inquietantes que marcan cada escena del filme para aportarle peso a su cuestionamiento principal, que es también una de las principales angustias antropológicas de la historia de la humanidad: ¿quiénes somos?

El impecable guión de Aaron Guzikowski profundiza en la complejidad psicológica de cada personaje. Deja claro los deseos que mueven a cada uno de ellos, y, en consecuencia, lo que cada cual está dispuesto a hacer. Este adentramiento en la caracterización de los personajes incrementa la credibilidad de la situación dramática a tal punto que logra que el espectador se adentre en un nivel de realidad con el cual puede fácilmente identificarse, y pase sin dificultad de una postura pasiva a una en la que se cuestiona a sí mismo cómo hubiera actuado en caso de estar en la situación de conflicto del filme.

Es loable la hondura que tienen los personajes secundarios. El reparto es infalible, y, como la fotografía y los efectos sonoros del filme, es mucho más que escenario, y está totalmente volcado en hacer partícipe al espectador de la realidad dramática que se le presenta.

Paul Dano interpreta a Alex Jones, el principal sospechoso de la desaparición de la niña: inspira, aún en los más reticentes diálogos, una perturbadora amalgama de terror y compasión. Melisa Leo (vista en Oblivion, también estreno del 2013, pero del género ciencia ficción), encarna en exacta medida a la tía del sospechoso. Terrence Howard (El Mayordomo, 2013) hace de esposo de Viola Davis (Criadas y señoras, 2011); ambos definen su actitud –que es también definirse a ellos mismos- a partir de las acciones de Hugh Jackman.

Y aunque no es de las mejores actuaciones de Jake Gyllenhaal (recordado por Brokeback Mountain en el 2005, protagonista de Enemy), y el detective que personifica parece un tanto enigmático entre tanto enigma, es un pilar importante para que se desarrolle este thriller que, sin requiebros ni giros forzadamente inesperados despliega -junto con el suspenso y la ansiedad cada vez más acuciante por la desaparición de la niña y lo que ha hecho su padre-, la pregunta ¿qué hubiera hecho yo?

Una película de escenas sórdidas -no siempre explícitas-, donde las víctimas eligen ser victimarios y rezan a Dios por el perdón; con evocaciones de emociones despiadadas y sentimientos encontrados. Una película no tan original -ya se ha abordado el tema de tomar la justicia por manos propias- pero que muestra como pocas veces una notable elaboración encaminadaa hacernos reflexionar.