Cuba, 27 de noviembre: 140 años de indignación

A sus héroes y mártires, símbolos imperecederos de siglos de rebeldía, luchas y anhelos, rinde hoy homenaje el estudiantado cubano, a 140 años del bárbaro crimen del 27 de noviembre.

  La cita primera fue en el mausoleo que en la necrópolis de Colón guarda los restos de Pascual Rodríguez, Alonso Álvarez de la Campa, Carlos de la Torre, Eladio González, Ángel Laborde, José de Marcos Medina, Anacleto Bermúdez y Carlos Verdugo, los estudiantes de Medicina asesinados en 1871.

  Guardias de honor, toque de silencio, el tradicional pase de lista, flores y encendidas palabras, rindieron homenaje a esas ocho vidas casi adolescentes, que aquel día aciago cobró sin piedad la Corona española al pueblo de Cuba, como castigo a sus ansias de libertad.

  Y aunque este fue el primer tributo, miles de jóvenes colman desde temprano todos los accesos a la Colina Universitaria, en espera de la voz de arrancada a una patriótica marcha por todo San Lázaro hasta la explanada de La Punta, para reafirmar su compromiso con Cuba y su historia, la Revolución y el futuro.

  El estudiantado de Ciencias Médicas irá a la cabeza de la multitud, que echará a andar poco después de las nueve de la mañana, apenas concluida una breve alocución de Lisara Corona Olivero, vicepresidenta de la Federación Estudiantil Universitaria.

   Antes de partir, tiempo habrá, además, para el homenaje al fundador de la FEU, Julio Antonio Mella, y el canto apasionado a quienes hace 140 años inauguraron el panteón de los mártires universitarios y una larga historia de luchas de generaciones de jóvenes por la definitiva emancipación de Cuba.

   Manifestaciones como esta acontecerán en el resto del país y serán todas, también, trinchera de combate por la justicia que, igual que entonces a aquellos inocentes, les es negada hace más de 13 años a los cinco luchadores antiterroristas cubanos cautivos del Imperio.