Ernesto Blanco: Orgulloso de ser latino (+ FOTOS)

“Hey, hey,
Media vuelta,
No dejes de buscar,
Abre todas las puertas…”

Eso nos dice Ernesto Blanco en los dibujos que acompañan el diseño de su más reciente disco, pero más que una frase comodín, ese mensaje me suena a filosofía de la vida, al menos a la filosofía que él ha aplicado para colocar su música entre el público cubano.

Ernesto lo logró, hoy es uno de los protagonistas del pop-rock cubano. El joven guitarrista que tocaba en la banda de su hermano, el popular David Blanco, fue buscando vías para mostrar su obra hasta que la disquera Bis Music le dio el espacio que él necesitaba. Con ellos lanzó su primer CD Kilómetro Cero y ahora nos presenta este que “Abre todas las puertas”.

Para los que siguen creyendo que el rock & roll es cosa de anglosajones aquí les va la respuesta a esa errata. “Abre todas las puertas” tiene metal, pero también suena a música bailable. Ernesto parece ser un fanático de los Beatles y del buen rock de todos los tiempos, pero creció escuchando a Lecuona, Van Van e Irakere; y en esa mezcla de lo clásico con lo afro y la cubanía que lleva en sangre, el guitarrista ha encontrado un balance para hacer y disfrutar música.

El mambo y el cha cha cha son lo que más lo inspiran, eso lo combina con la música de los DJs y el resultado es una melodía que oscila sin prejuicios entre lo moderno y lo más convencional.

“No podemos abandonar nuestros ritmos más auténticos porque el público que nos sigue es muy bailador. La gente no va a vernos solo para escuchar la batería o el bajo, van porque quieren bailar. De hecho una de las cosas revolucionarias de este álbum es el merengue con solo de guitarra eléctrica”, dice Ernesto.

Se le ve contento con su creación. Al decir de él mismo este fonograma es una propuesta más definida de su música, con letras más serias y temas polémicos como la emigración.

De “Abre todas las puertas” ya conocíamos “La buena suerte” por su video clip. Además el artista comentó sobre “Adrenalina”, una historia de un deportista de alto rendimiento que queda discapacitado. El instrumental “Por los viejos tiempos” es un homenaje a los grandes guitarristas que lo  han influenciado como Montgomery o Jeff Beck, y terminó diciéndonos que una de sus favoritas era “Cenizas del corazón”.

“Es la mejor canción que he escrito, todavía me pone la piel de gallina. Se trata del Fénix, de cómo el ser humano puede salir adelante cuando más oscuro ve a su alrededor”.

Antes de comenzar la entrevista me sorprendió que me pidiera que habláramos de su música, porque la gente le preguntaba siempre sobre otras cosas como si le gustaba la playa…

Y por fin, ¿te gusta ir a la playa?

Sí, pero más me gusta el río.

¿Por qué?

Porque el mar saliniza mi ser- dijo en tono de broma.

¿Y el río te endulza?

Sí. (Risas)

¿Cuáles son las puertas que abre Ernesto Blanco con este disco?

El título se refiere a que nuestra música se abre a otros géneros. En Kilómetro Cero nos inclinábamos más a la música tecno y de los DJs, que me ha marcado mucho. En este álbum nos abrimos más a lo latino y a lo caribeño, como el merengue, el reggae, el bossa nova…

El tono del primer disco era más jocoso, más de diversión y en este la letra va a una historia más humanista, por ejemplo hablamos de la emigración, la violencia de género, aunque no militamos en ningún frente.

No militas, pero como artista y ciudadano te interesa hablar de ello. ¿Son historias que te tocaron de cerca?

Sí y siempre he predicado por tratar estos temas. Cuando saqué el primer disco tenía 23 años, ahora tengo 28, uno va cambiando. Creo que nuestro público estaba esperando un discurso diferente de nosotros.

O sea, lo consideras un disco más maduro.

Sí, seguro. El primer disco era más bien una presentación de nosotros, era más sencillo, bastante comercial. El público pide otras cosas y nosotros también hemos crecido.

¿La idea de abrirse más a los ritmos latinos es una intención específica de hacer una gira o algún trabajo en Latinoamérica?

Siempre me ha interesado lo latino. En los últimos tiempos pude viajar por Argentina y Perú, quizás eso hizo que creciera la idea. El tema de “La buena suerte” habla de eso, de lo afortunado que me siento de ser latino, en el verso de “tengo la palma y el café en la mañana, el frío y el calor de la montaña…”. Esos son símbolos que nos identifican.

En América Latina se espera mucho a las orquestas cubanas de salsa. ¿Cómo crees que el público de esos países los ve a ustedes?

No he hecho presentaciones muy grandes fuera de Cuba. No te voy a decir lo que dicen otros de sus “triunfos” en el extranjero. Hemos actuado en lugares más bien pequeños y ha habido muy buena respuesta. Por eso he querido incentivar ese sentimiento latino.

Hacía tiempo yo quería hacer un merengue, ahora se usa mucho el merengue electrónico, pero nosotros en “La buena suerte” nos fuimos al merengue tradicional: ese bloque de saxofones y demás que distingue al género.

Esos ritmos son una suerte de tesoro que nos legaron y debemos seguir cuidándolo.

Además de esta incursión en lo latino, ¿se puede decir que “Abre todas las puertas” es un disco rocanrolero?

Sí, es muy roquero, porque lo mío es la guitarra eléctrica. Mi guitarra es mi lanza y mi escudo.

De hecho “La buena suerte” es un merengue con un solo de guitarra eléctrica, quizás tiene el formato de los grupos de los años 80, con los que uno rebobinaba el casete y después de los dos coros venía el solo de guitarra. Es un merengue pensado como una canción de rock & roll. Si hay otro merengue con guitarra eléctrica, por favor tráiganmelo, que aún no lo he escuchado.

Para promover el disco, ¿qué estas planeando?

Ya hicimos una gira nacional en el verano, lanzamos el disco en las provincias, ahora vamos a distribuirlo. En enero lanzaremos un remix del video de “La buena suerte”. En enero pienso hacer un concierto, pero en lo que queda de año lo que deseo es descansar, estamos agotados. Quiero estar con mi mamá, pasear por la Habana Vieja… para mí las pequeñas cosas son las que más sentido tienen.

En este disco hay un tema instrumental dedicado a La Habana. ¿Cómo definirías tu relación con esta ciudad?

La Habana es todo para mí, es como una madre. En ella encuentro inspiración. Los pregones hablan por sí solos, la gente en sus calles y la arquitectura también cuentan historias. En un próximo disco o en un concierto haremos una versión más amplia de este tema.