Mayor conectividad favorece en Cuba monitoreo sísmico
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La trasmisión de datos en tiempo real entre las estaciones sismológicas del país y la unidad central, en esta oriental ciudad cubana, favorece hoy el monitoreo permanente de esos eventos, aunque resulten imperceptibles para la población.
Así lo confirmó durante una conferencia impartida aquí, el doctor Bladimir Moreno, director del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (Cenais), quien resaltó que esa posibilidad tecnológica agiliza de forma notable la información tras un temblor, ya que anteriormente solo se conocía mediante llamadas telefónicas.
Explicó el científico que el Servicio Sismológico Nacional cuenta con siete terminales de banda ancha, que operan permanentemente con personal especializado, así como una red de ingenios telemétricos, dotados con paneles solares y baterías, que funcionan de forma automática.
Recordó que la primera de esas estaciones fue instalada en Soroa, Pinar del Río (occidente), en 1964, y un año después surgió la de Río Carpintero, en las estribaciones de la Gran Piedra (oriente) y en la mayor franja sismogénica de la Isla, donde fue registrado el terremoto de Haití el 12 de enero de 2010.
Moreno puntualizó que investigaciones básicas y aplicadas del Cenais indagan en la física de los terremotos, la estructura interna de la tierra mediante ondas sísmicas y los mecanismos de ruptura de las fallas geológicas que posibilitan la determinación de la ocurrencia de tsunamis tras un sismo.
Ponderó el impacto nacional de esas búsquedas en el funcionamiento de los centros de salud, las industrias, las instalaciones turísticas y los procesos inversionistas, además de la creciente colaboración con naciones del área y en particular con Venezuela.
El director del Cenais se refirió al manejo de riesgo y prevención de desastres, los mapas de microzonificacón sísmica, especialmente los de peligros de esa naturaleza en esta ciudad y el del municipio capitalino de Centro Habana.
De acuerdo con estadísticas, indicó que anualmente ocurren en el mundo un terremoto destructor, de más de ocho grados de magnitud en la escala de Richter; unos 18 considerados grandes y más de 49 mil de tres o menos.
En Cuba, situada entre las placas tectónicas del Caribe y Norteamérica, se detectan diariamente como promedio entre 10 y 15 sacudidas de ese tipo, lo cual indica una actividad sísmica importante, aunque escapen a la percepción humana, apuntó el experto.
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