POSTALES DE SANTIAGO DE CUBA: Para subir a la Gran Piedra se necesita…
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«Una escalera grande y otra chiquita» dice la canción de los niños que quieren subir al cielo, que es casi lo mismo que subir a la Gran Piedra, en Santiago de Cuba.
Yo diría que para llegar allí se necesita mucho, pero mucho entusiasmo; y la verdad es que vale la pena: la vista es preciosa. Nada más gratificante en una fuerte escalada que un premio de belleza, belleza natural, de la que no se encuentra por ahí fácilmente.
Si uno va en carro, solo hay que subir las escaleras que nos llevan hasta la misma piedra, que, bueno, se dice fácil, pero son más de 450 peldaños. Igual se pasa bien, no se asusten, las escaleras no son lo más complicado. Además, nunca viene mal el ejercicio cardiovascular. En ese recorrido enseguida comprobamos si aún estamos en forma o si ya nos vamos oxidando.
En realidad lo más difícil es acceder a la villa de la Gran Piedra, donde comienzan las escaleras. La carretera hacia allí está relativamente cerca de la ciudad de Santiago, así que el transporte público es lo más funcional. Pero es ahí donde empieza lo peor, pues desgraciadamente no existe infraestructura que apoye el turismo o, al menos, el traslado de pasajeros en esa zona.
Calculo que el recorrido sea de 10 a 15 kilómetros. Aun cuando muchos santiagueros me han contado anécdotas sobre su ascenso completamente a pie, creo que en ese caso sería un ejercicio demasiado fuerte, pues las pendientes son bastante empinadas, incluso para los amantes del senderismo.
Por esa carretera solo suben los carros de la renta para turistas, los camiones que transportan madera y los taxis particulares. Estos últimos cobran un precio alto para el bolsillo del cubano común, y aun así no todos los choferes están dispuestos a hacer el viaje pues, les repito, se trata de una carretera muy exigente para el motor y frenos del vehículo.
He aquí otro obstáculo para el turismo nacional que está ávido de conocer las bellezas de nuestra isla. Se hace difícil entender por qué lugares como la Gran Piedra no son promovidos dentro de las opciones recreativas, que muchos dividendos aportarían a nuestra economía.
Si no quiere sentarse a esperar por ciertas comodidades de viaje y si usted no teme a las alturas y va con mucho entusiasmo, le sugiero mi experiencia personal: caminar algunas distancias y pedir botella a los camiones del aserradero o a los turistas. Siempre será un viaje divertido con muchas anécdotas que contar.
La Gran Piedra y sus alrededores muestran un paisaje acogedor, con una vegetación exuberante (aunque todavía son visibles los daños causados por el huracán Sandy en 2012). Predominan los helechos, de los cuales hay cerca de 20 variedades. También hay eucaliptos, orquídeas, muchísimos pinos y flores mariposas.
La mole tiene unos 50 metros de largo, 25 de alto y 30 de ancho. Algunos dicen que debe su origen al impacto de un meteorito, hace millones de años en territorio oriental, aunque otras opiniones hablan de estrato de un volcán submarino.
Se calcula su peso en 63 mil toneladas y se ubica a más de mil 200 metros sobre el nivel del mar, por lo que es un mirador natural de la Sierra Maestra, la ciudad de Santiago y el Parque Baconao. Se los recomiendo.
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