Más de 40 presos resisten huelga de hambre en California, EE.UU.
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«Nos encontramos actualmente en un momento crítico en el que cada minuto que pasa es extremadamente agotador mental y físicamente», dijo en un comunicado el reo Arturo Castellano, interno de la Unidad de Alta Seguridad en la cárcel de Pelican Bay, cercana a la frontera con Oregón.
El recluso confesó que muchos de los que participan desde «el primer día sufrimos daños que pueden ser irreversibles y nos enfrentamos a la posibilidad muy real de morir».
Sin embargo, el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR, por sus siglas en inglés) y el gobernador Jerry Brown se niegan a negociar con los presos en ayuno sus principales reivindicaciones.
Por el contrario, se han implementado medidas como la negación a brindarles tratamiento médico, echar aire frío en las celdas, retener el correo y denegar las visitas, con el propósito de que estas acciones acaben con las protestas, destacan medios digitales.
El 19 de agosto, el juez federal Thelton Henderson autorizó que se alimente por la fuerza a los huelguistas por vía intravenosa o una sonda nasal, una práctica considerada violatoria de los derechos humanos.
Críticos del sistema de justicia penal estadual consideran que lejos de lograrse una reforma, se expande más el complejo industrial de prisiones en California y hay más encarcelamientos.
El pasado 30 de agosto, la senadora demócrata Loni Hancock y el miembro de la Asamblea Estatal Tom Ammiano convocaron a sesiones públicas para abordar las condiciones de las cárceles de California que han llevado a la huelga de hambre.
«Las cuestiones planteadas por la huelga de hambre son reales, la preocupación por el uso del régimen de aislamiento y las condiciones de este es real y no se pueden seguir ignorando», señalaron Hancock y Ammiano en un comunicado conjunto.
El ayuno inició el pasado 8 de julio cuando 30 mil presos se unieron en una manifestación de huelga de hambre en 13 prisiones estatales.
De acuerdo con el CDCR, unos 400 presos llevan más de una década encerrados en celdas de dos metros por metro y medio sin ventanas y absolutamente sin contacto con otros seres humanos, y se estima que uno ha permanecido en esas condiciones durante más de 29 años.
Además, este mes el diario The New York Times advirtió en un artículo que la población carcelaria de California ha crecido desde 1970 hasta hoy en 750 por ciento.
Durante el último cuarto de siglo, se han interpuesto múltiples demandas contra las prisiones estatales californianas que se encuentran peligrosamente superpobladas, precisa el texto.
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