Miami: La bella ciudad corrupta

El martes, funcionarios de la Comisión de Bolsa y Valores lo interrogaron durante tres horas y media como parte del proceso destinado a esclarecer lo sucedido en el recinto de los Marlins.

  Regalado aseguró que no sostuvo ni una  reunión con integrantes de ese equipo “fuera de la sede oficial del gobierno”, y que así lo declaró a los investigadores.

Lo subrayó de esa manera por las preguntas que le formularon respecto al posible enmascaramiento de datos a los mezclados en las negociaciones dirigidas a levantar el complejo deportivo.

Diario Las Américas comentó en Miami que el Marlins Park, más que atraer fanáticos, ha llamado la atención de los contribuyentes “por las irregularidades que desde su construcción le han atribuido”.

Su costo final se elevó a 634 millones de dólares, obra asentada en lo que denominan la Pequeña Habana, desaprobada siempre por el alcalde Regalado.

¿Causa? Según él porque vendieron el terreno a un bajo precio, dentro del estadio no tienen autoridad, y “hasta dimos exoneración de impuestos en los espacios de estacionamiento”.

Observadores apuntan que, entre otras actitudes sospechosas,  figura la total negativa de los jefes del equipo de béisbol a rendir cuentas sobre el balance financiero de la obra.

Hace medio año la Comisión de Bolsa y Valores rastrea si hubo anomalías en las negociaciones, tiene en sus manos 12 cajas de documentos de la ciudad y 20 del condado-Miami Dade.

La subdirectora de la Comisión de Etica del condado, Miriam Soler Ramos, dijo a América TV que si las averiguaciones revelan que hubo sobornos, el culpable encararía hasta 15 años de cárcel.

Diario Las Américas explicó este viernes que dos veces trató de localizar al alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, en busca de explicaciones, pero no respondió a la solicitud de entrevista.

Lógico, evaden una situación a la que se le agotan los pretextos, y más grave aún, porque se fragmenta el maquillaje destinado a la vieja dama de un sistema en decadencia.

Algunos trazos lo demuestran. El 19 de marzo de 2012, la presidenta de La Voz de Miami, Vanesa Brito, planteó a Diario Las Américas que allí no tienen confianza en el gobierno local.

¿Una razón? El alcalde, Tomás Regalado, y su hija Raquel, tuvieron que pagar 15 mil dólares en multas debido a manejos sucios en la campaña electoral de 2009, cuando ella fungió como Tesorera de esta.

Si bien la conocida revista Forbes la sintetizó como una de las peores ciudades para vivir en Estados Unidos, más recientemente un joven escritor cubano-estadounidense la retrató en su novela El Ocaso.

Este se llama Andrés Hernández Alende, quien opinó que Miami “inspira escribir una novela negra” en medio de profundas desigualdades sociales, y su ambiente oscuro “se puede mezclar “con el colorido mágico del trópico y la playa”.

Motivos tuvieron el alcalde Tomás Regalado y algunos de sus hombres en huir de la prensa que les reclamaba aclaraciones. Es comprensible, su inventario de escándalos amenaza con estallar.