Miami-Dade: «¡Ya no damos más!»

Sería a partir del primero de septiembre, cuando arranca el nuevo año fiscal, y aumentaría esa carga monetaria en un 5,37 por ciento, aunque luego la redujo a un 4,34.

Giménez dijo el martes a la prensa local que esa medida resulta indispensable para no cerrar las estaciones de bomberos y las bibliotecas públicas.

Además, incluyó en sus argumentos la necesidad de financiar el plan de bienestar a favor de los animales, aprobado en las elecciones de noviembre último por la mayoría de los votantes.

Pero volvió a modificar sus ideas cuando advirtió que su administración también recortaría los fondos para sostener la ayuda a los animales de ese condado.

Hasta el alcalde de Miami, Tomás Regalado, varias veces mencionado en hechos corruptos, declaró que la iniciativa de Giménez llega cuando la gente no se ha restablecido de los efectos de la crisis económica.

Agregó: «Me parece muy inoportuno y a destiempo esta propuesta, porque encima nos han aumentado el agua, los peajes… la gente ya no da más».

Regalado no mencionó que, hace algo más de un año, en el condado Miami-Dade, uno de los 67 que integran la Florida, una parte de los desempleados renunció a seguir buscando trabajo inútilmente.

En junio de 2012, ese estado contaba alrededor de 800 000 personas sin ocupación (de un total de 9,2 millones de trabajadores), y su tasa media de desempleo estaba por encima de la reportada entonces por Estados Unidos.

Respecto al divulgado propósito del alcalde condal, Carlos Giménez, de suavizar el déficit presupuestario aumentando impuestos, su colega en la ciudad de El Doral, Luigi Boria, lo desaprobó.

Boria también dijo que él preferiría involucrar a todos los sindicatos para tratar de encontrar otras alternativas, porque durante una crisis todos debían sacrificarse, «no solamente el pueblo».

Ante el peligro de que en nombre del ahorro Giménez les retire los bomberos, anunció que estudian crear un destacamento en su localidad.

¿Quién es este alcalde tan drástico que, para supuestamente ahorrar dinero, amenaza con cerrar cuerpos de bomberos y bibliotecas públicas en el condado Miami-Dade?

Algunas pinceladas. Meses atrás, en medio de un gran escándalo, en Miami fueron descubiertos unos 300 vehículos nuevos pendientes de uso, comprados seis años atrás por el valor de millones de dólares.

Respuesta de Giménez: «queremos precisar si fueron decisiones que vinieron de arriba», «todo se va a investigar».

Un bloguero derechista, Alberto Muller, escribió: «Cómo es posible, donde el alcalde propone el presupuesto y una comisión lo aprueba y fiscaliza, que una decisión como esta no venga del más alto nivel».

Después Muller puntualizó que esa compra de vehículos «huele a corrupción» bajo el mandato de Carlos A. Giménez.

En junio pasado viajó a Madrid, en compañía de empresarios de su territorio floridano, y en medio de la catástrofe socio-económica que lo recibió en esa capital, la emprendió con groserías… hacia Cuba.

Con la vista puesta en Washington y el oído en el maltrecho gobierno de Mariano Rajoy, bramó a pleno pulmón que Cuba necesita libertad de expresión, de prensa y elecciones.

Señor Giménez, antes de opinar sobre Cuba, jure públicamente en Miami-Dade que nunca más utilizará como rehenes a bomberos y bibliotecas públicas para establecer nuevos impuestos a una población que proclama: ¡Ya no damos más!