Los Herald ¿Órganos periodísticos?

No pocos responden: es todo eso a la vez, y más ahora que se mudaron para el edificio que ocupaba el Comando Sur de Estados Unidos en ese territorio sureño.

Este miércoles, dieron a conocer, quedó inaugurada su nueva sede en la ciudad floridana de Doral, luego de un traslado durante dos años   desde su inmueble junto a la Bahía de Biscayne.

Concurrieron ejecutivos de la firma rectora de los Herald, McClatchy Co., y “líderes empresariales del sur de la Florida”, reunidos en una tienda de campaña junto a empleados de los periódicos.

“Miami sigue siendo un mercado importante para McClatchy”, dijo su presidente, Kevin S. McClatchy, con sede en Sacramento. “Tenemos fe en su potencial crecimiento y en las oportunidades que ofrece”.

El Nuevo Herald comentó este jueves que se mudaron cuando The Miami Herald busca “otros modelos de negocios” que cubran las necesidades del público y los anunciantes.

Agregó que en la sede inaugurada el miércoles radican las ediciones en inglés y español de la publicación, exactamente en el mismo lugar que antes ocupó el Comando Sur de Estados Unidos.

Esto hizo recordar, como afirmó la congresista Ileana Ros-Lehtinen el 11 de febrero de 2010, el papel clave que desempeñó su colega Lincoln Díaz-Balart “en traer la sede del Comando Sur a Miami”.

Lincoln renunció a ese puesto luego que el ayudante personal de su hermano Mario, llamado Miguel Otero, confirmó al sitio digital Escándalos en Miami sus intercambios de influencia por prebendas.

Del mencionado Comando Sur habría mucho que hablar desde su fundación en 1947, ahora bajo la jefatura de Special Operations Command South (SOCSOUTH) con sede en Puerto Rico.

Es un comando unificado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que operan en América Latina y el Caribe, uno de los 9 que están directamente conectados al mando del Departamento de Defensa.

Se ha transformado en un alto símbolo de la injerencia de gobiernos del Norte en América Latina, donde históricamente ha sido público aliado de fuerzas militares y paramilitares de extrema derecha.

Una gruesa responsabilidad por los miles de asesinatos, torturas y desapariciones, llevados a cabo en la zona por sus servidores, recae sobre Washington. Su cálido amigo Augusto Pinochet así lo confirma.

Por lógica el Nuevo Herald y The Miami Herald tenían que ser –como son- fieles aliados del Comando Sur de Estados Unidos, nadie olvida que, por caminos distintos, buscan lo mismo.

Muy simbólica la inauguración de su nueva morada, del brazo de líderes empresariales del sur floridano, quienes –sin rodeos- dijeron implícitamente que son parte de un negocio disfrazado de periodismo.

Al paso del tiempo muchos se preguntan ¿qué son el Nuevo Herald y The Miami Herald? ¿diarios como Dios manda? ¿una simple empresa comercial? ¿una maquinaria que vende sus servicios al mejor postor?

No pocos responden: es todo eso a la vez, y más ahora que se mudaron para el edificio que ocupaba el Comando Sur de Estados Unidos en ese territorio sureño.

Este miércoles, dieron a conocer, quedó inaugurada su nueva sede en la ciudad floridana de Doral, luego de un traslado durante dos años   desde su inmueble junto a la Bahía de Biscayne.

Concurrieron ejecutivos de la firma rectora de los Herald, McClatchy Co., y “líderes empresariales del sur de la Florida”, reunidos en una tienda de campaña junto a empleados de los periódicos.

“Miami sigue siendo un mercado importante para McClatchy”, dijo su presidente, Kevin S. McClatchy, con sede en Sacramento. “Tenemos fe en su potencial crecimiento y en las oportunidades que ofrece”.

El Nuevo Herald comentó este jueves que se mudaron cuando The Miami Herald busca “otros modelos de negocios” que cubran las necesidades del público y los anunciantes.

Agregó que en la sede inaugurada el miércoles radican las ediciones en inglés y español de la publicación, exactamente en el mismo lugar que antes ocupó el Comando Sur de Estados Unidos.

Esto hizo recordar, como afirmó la congresista Ileana Ros-Lehtinen el 11 de febrero de 2010, el papel clave que desempeñó su colega Lincoln Díaz-Balart “en traer la sede del Comando Sur a Miami”.

Lincoln renunció a ese puesto luego que el ayudante personal de su hermano Mario, llamado Miguel Otero, confirmó al sitio digital Escándalos en Miami sus intercambios de influencia por prebendas.

Del mencionado Comando Sur habría mucho que hablar desde su fundación en 1947, ahora bajo la jefatura de Special Operations Command South (SOCSOUTH) con sede en Puerto Rico.

Es un comando unificado de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos que operan en América Latina y el Caribe, uno de los 9 que están directamente conectados al mando del Departamento de Defensa.

Se ha transformado en un alto símbolo de la injerencia de gobiernos del Norte en América Latina, donde históricamente ha sido público aliado de fuerzas militares y paramilitares de extrema derecha.

Una gruesa responsabilidad por los miles de asesinatos, torturas y desapariciones, llevados a cabo en la zona por sus servidores, recae sobre Washington. Su cálido amigo Augusto Pinochet así lo confirma.

Por lógica el Nuevo Herald y The Miami Herald tenían que ser –como son- fieles aliados del Comando Sur de Estados Unidos, nadie olvida que, por caminos distintos, buscan lo mismo.

Muy simbólica la inauguración de su nueva morada, del brazo de líderes empresariales del sur floridano, quienes –sin rodeos- dijeron implícitamente que son parte de un negocio disfrazado de periodismo