Las noticias de la aprobación del matrimonio igualitario en diferentes países se han hecho frecuentes. Las más recientes en el contexto latinoamericano fueron Argentina y Uruguay; desde Estados Unidos también llegan reportes relacionados con el tema.

Lo cierto es que el debate con relación a los derechos y la inclusión de los homosexuales como ciudadanos ha pasado a ocupar un lugar preponderante en las agendas mediáticas y la opinión pública en general.

En Cuba, la pregunta clave es si una sociedad como la nuestra está preparada para aceptar definitivamente a la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales).

Entre el machismo y la dignidad plena del hombre

«Yo quiero que la ley primera de nuestra República sea el culto a la dignidad plena del hombre», decía Martí, y efectivamente, ese ha sido el objetivo de la construcción social que comenzó en enero de 1959.

Desde ese momento, se reconocía la libertad y la igualdad de todos los cubanos. Sin embargo, por aquel entonces, a nivel planetario, la homosexualidad era considerada una patología, el tema era un tabú generalizado, y pasaron décadas para que dejara de considerarse como tal.

Ninguna forma de exclusión tiene cabida en una Revolución como la cubana. El machismo es una forma de discriminación, aunque por enraizada suela pasarse por alto; la homofobia es otra forma de discriminación. Valdría la pena preguntarse: ¿discriminación contra qué? Contra otros SERES HUMANOS.

La educación juega un papel fundamental. La formación de ciudadanos cuya valoración de las personas se base en virtudes y valores, y no en sus preferencias sexuales, resulta de suma importancia para crear una sociedad plena.

Jornada contra la homofobia: amor, respeto e inclusión

Con el apoyo del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), cada 17 de mayo se celebra el día de la lucha contra la homofobia, pues fue en ese día de 1990 que la Organización Mundial de la Salud (OMS) suprimió la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales.

Desde hace diez días, comenzaron las celebraciones de esta VI edición de las jornadas en Cuba, esta vez dedicada a la familia, y promulgando amor, respeto e inclusión, pretende ser otro paso hacia la tolerancia y el respeto hacia el SER HUMANO.

No se lucha porque la comunidad LGTB forme parte de la sociedad cubana, porque lo es. Es una batalla en contra de la violencia y en pos de la aceptación, la tolerancia y, en definitiva, de la dignidad plena del hombre.

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