Ecos del Tivolí. El son vive en Santiago de Cuba
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Que Cuba es la isla de la música no es un misterio para nadie y que la ciudad de Santiago, en el oriente del país, ha mantenido nuestra raíz melódica eso también es sabido.
La tierra caliente no lleva ese nombre solo por el clima, el ritmo de vida de los santiagueros, la historia de la ciudad y sus grandes músicos le han dado a la ciudad esa impresión de calidez que todos sentimos y recordamos una vez que transitamos sus calles.
En Santiago no es raro encontrar a la gente cantando y bailando, incluso sin motivos. Quizás sea esa alegría propia del cubano- sobre todo de los que viven allá- lo que ha inspirado a tantos músicos a hacer su trabajo. Y es tan contagioso ese júbilo que en cada esquina nos tropezamos con diversos conjuntos musicales, que aún hoy, mantienen fresca la esencia de la música tradicional cubana, esa que ha recorrido el mundo y sigue siendo única.
El barrio del Tivolí, en esa urbe, vio nacer y crecer un septeto que sigue la herencia de Los Matamoros y cultiva el son, el bolero, la guaracha, el cha cha chá y la conga. A través del correo electrónico, el percusionista y líder del grupo Ecos del Tivolí, Jorge Félix Cambet, conversó con Cubasí.
El septeto nació para homenajear a Miguel Matamoros y su trío; de hecho una parte importante del repertorio del grupo es autoría de ese gran músico cubano. ¿Cómo han adaptado la obra de Matamoros al formato de ustedes?
Primeramente realizamos un profundo trabajo de audición de la obra de los Matamoros en sus diversas formaciones (Trío Matamoros, Cuarteto Maisí, Conjunto Matamoros y otras). En los temas que escogemos para versionar tratamos de respetar la concepción melódico armónica de los mismos y entonces le incorporamos elementos. El resultado final es un arreglo que no pierde la esencia matamorina, pero que suena a Ecos del Tivolí. Ya en esta etapa de trabajo el grupo ha incorporado además temas propios y de otros autores importantes.
Santiago de Cuba es la tierra por excelencia de la música tradicional cubana por tantos trovadores que trascendieron allí. ¿Sigue siendo así en la actualidad o ya eso es un mito? ¿Cómo valoran el trabajo de los jóvenes que siguen cultivando este género hoy día en Cuba?
Sin lugar a dudas la música tradicional cubana de pequeño formato de mejor factura es la que se hace en Santiago de Cuba. Hay que estar en Santiago y escuchar en vivo un número significativo de agrupaciones para apreciar la autenticidad de sus interpretaciones. Considero que la clave está en el hecho de que bebemos directamente de la fuente que está aquí, es muy fuerte la influencia de los grandes trovadores y autores que ha dado esta tierra, la forma de ejecutar, por ejemplo, el son de un Septeto en Santiago se diferencia del resto del país. No podemos olvidar que el son es un fenómeno que surgió en toda esta zona oriental .Consideramos que no es un mito, es una realidad.
A criterio nuestro hay muchos jóvenes que vienen desarrollando un trabajo muy significativo en la música tradicional, simplemente hay que darse cuenta de la cantidad de autores jóvenes que se presentan en concursos nacionales con tremenda calidad. También están los instrumentistas, ya sea en el tres, la guitarra o en otro instrumento, eso lo pudimos ver recientemente en el Cubadisco 2011 que se realizó en Santiago en mayo pasado.
¿Cuánto ha influido el entorno de ustedes (El Tivolí) en su obra?
Decir Tivolí es transportarse en el tiempo y estar con tantos trovadores que surgieron allí. Cada vez que hemos estado en esas calles respiramos ese tipo de música, visitamos la casa de Miguel Matamoros, lugar done surgió el 8 de Mayo de 1925 el Trío Matamoros, entonces esos balcones, esas escalinatas… en fin, esas calles encierran mucha tradición. Para nosotros esa barriada nos identifica como músicos y al mismo tiempo nos inspira en nuestro quehacer musical.
El septeto tiene ya varios discos que han sido nominados en anteriores ediciones de Cubadisco, ¿Qué tiene el grupo de nuevo en materia discográfica, están inmersos en algún proyecto actualmente?
En este año hemos realizado tres proyectos todos con Bis Music. El primero fue “Veneración”, una antología santiaguera de tres volúmenes con varias agrupaciones. Ahí interpretamos el tema “Oye mi conga “ de Miguel Matamoros. Esta producción obtuvo dos premios en el Cubadisco 2011. Después en marzo nos fuimos a Cienfuegos a grabar en los Estudios “Eusebio Delfín”, también de Bismusic, nuestro cuarto CD bajo la producción de Pancho Amat y con María Victoria Rodríguez de invitada. Este disco está formado por trece temas de autores variados, incluidos autores de la agrupación y por supuesto obras del Trío Matamoros. En estos momentos está en fase de mezcla.
El tercer proyecto tiene que ver con un homenaje a la Virgen de la Caridad del Cobre en la cual participaremos con el tema “Veneración” que inmortalizó el Trío Matamoros.
¿Qué experiencias aportaron para el grupo los viajes a Colombia y Venezuela donde se sigue mucho este tipo de música, tanto por el público como por otros músicos de esos países?
Las experiencias en estos países fueron muy impresionantes, ver cómo el público de Colombia nos pedía temas antológicos nos demostraba un conocimiento increíble de la música cubana. Ver cómo en los sitios las personas tocaban tan bien las maracas o el güiro fue algo que nos llamó mucho la atención. La aceptación de nuestro trabajo se hizo sentir en los medios de prensa, tuvimos la posibilidad además de compartir en Venezuela con músicos cubanos que formaron parte de la Brigada Artística 48 Aniversario del Triunfo de la Revolución .En Colombia compartimos con músicos de la talla del grupo Niche.
A punto casi de llegar a los 20 años de creado, ¿qué retos tiene hoy Ecos del Tivolí?
El reto mayor es continuar elevando la calidad artística integral de la agrupación, seguir defendiendo nuestra identidad porque lo que hacemos es auténtico y nos identifica en el mundo, seguir trabajando con la misma voluntad y lograr insertarnos con más fuerza en el mercado.
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