Lisandra Guerra: «Esta es la medalla más soñada» (+ VIDEO)
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Entre las medallas de oro que no se podrán olvidar de estos XVI Juegos Panamericanos estará, sin dudas, la conquistada por la matancera Lisandra Guerra en la velocidad pura, «una de las más queridas, esperadas y soñadas», según confesara al término de su segundo heat frente a la venezolana Daniela Larreal.
«En la final me desquité porque no hice el tiempo que quería en las jornadas clasificatorias de la mañana. Por un momento dudé que podía, pero después me fui recuperando y dándome ánimos yo misma, diciéndome que no había entrenado por gusto en Cuba y que todo el esfuerzo no podía ser en vano», contó con su habitual sencillez la otrora campeona universal de los 500 metros contrarreloj.
Respecto a la semifinal protagonizada con la colombiana Diana García, la misma que le venciera en Río de Janeiro 2007, la matancera explicó. «Esa fue una final adelantada y me la debía a mí misma y a todo el pueblo de Cuba, porque todos recuerdan lo que pasó en la final de los Juegos Panamericanos pasados. Como quiera que sea, no podía perder. Cometí un error en el segundo heat, y lo pagué caro, pero me recuperé y siempre supe que lo iba a dar todo en la final».
Lisandra Guerra, tras el esfuerzo hecho en las tres rondas frente a Diana, se desmayó momentáneamente y necesitó oxígeno para reaccionar y competir en la final minutos más tarde con Larreal, quien marcara el mejor registro de todas las velocistas e impusiera marca continental.
«Podía haber ganado cualquiera de la dos en la final, pero el éxito me sonrió. No dudé nunca de que pudiera derrotarla, pero nunca Daniela había hecho esos tiempos en su carrera deportiva. Confié en mí porque estaba bien preparada y estaba realizando mis mejores tiempos», acotó.
-¿Cuánto hay en ese oro de todo el personal que te ayudó a recuperarte después de la extenuante semifinal?
-Mucho, y no solo estuvieron los médicos, sino también los colaboradores cubanos que están aquí como entrenadores de otras selecciones, que rápidamente vinieron a verme. Por lo que pude recordar, me decían: recupérate, recupérate, no dejes que el contrario te vea así, y me daban fuerzas para la final.
-Después de lo sucedido con Diana en Río de Janeiro, ¿qué valor tiene este título en tu abultado palmarés de medallas?
-Era una de las medallas más queridas, esperadas y añoradas por mí porque en Río de Janeiro no lo pude lograr y ahora venía pensando solo en eso. Sabía que me estaba viendo en Cuba mi familia, mis amistades, toda la gente que me quiere, y deseaba darle esa sorpresa. Además, era un compromiso que tenía conmigo y con Cuba.
-¿Qué pasará el próximo jueves?
-Saldré en el keirin a luchar mi segundo oro, que le hace mucha falta a Cuba. Tendré tiempo de recuperarme este miércoles y al día siguiente, mente positiva y con los mismos deseos de ganar.
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