El cantautor cubano Polito Ibáñez aseguró hoy que musicalizar poemas de autores vivos es quizás su mayor locura como creador, pero está listo para hacerlo de nuevo.

Ibáñez le confesó a Prensa Latina su emoción con el concierto que ofrecerá el sábado en el teatro Karl Marx, con los primeros atriles de la Sinfónica Nacional y varios consagrados de la poesía.

«Más que osadía, hace falta estar un poco loco para someterse al estrés de preparar un recital así», bromeó el autor de Perfume de jazmín y Recuento, quien se toma su trabajo muy en serio.

La idea surgió hace dos décadas, cuando aún estudiaba actuación en el Instituto Superior de Arte, y con el tiempo y la fama logró involucrar a poetas como Roberto Fernández Retamar y Miguel Barnet.

Quizás los convenció además por la poco convencional manera de contactarlos, a través de los casi extintos telegramas, un método que funcionó, como evidencian sus diversas presentaciones previas.

Durante varios meses, los poetas invitados hacían lecturas de sus poemas en el teatro del Museo de Bellas Artes, donde el trovador los cantaba luego, en una apropiación agradecida por el público.

Ahora se atreverá ante un auditorio mayor, en el principal teatro de Cuba, y aunque armar el recital puso a prueba su cordura, Polito se sabe lo suficientemente loco para hacerlo inolvidable.