El popular rockero italiano Zucchero Fornaciari anunció una gira mundial que iniciará aquí el próximo sábado con un megaconcierto para promover su más reciente disco La sesión cubana, en el que intervienen prestigiosos músicos de la isla.

En diálogo con la prensa reunida en la habanera Universidad de las Artes, la víspera, el artista subrayó que su periplo internacional continuará por Australia en enero venidero.

Hasta agosto de 2013 también tocará a Italia y otras naciones europeas, Estados Unidos, Canadá, México, Venezuela, Brasil y Argentina.

Con un impresionante despliegue tecnológico traído desde su país por vía aérea y marítima, esta vez presentará a 22 músicos en escena, 16 de ellos cubanos.

Entre los invitados figuran el dúo Buena Fe, Laritza Bacallo, David Blanco, X Alfonso y el pianista Frank Fernández.

Este es un gran regalo al pueblo cubano, del cual estoy enamorado por su cultura, su romanticismo y el amor que demuestra siempre, comentó.

El concierto será grabado por televisoras de varios países y se distribuirá en diversas regiones a finales de año o principios de enero.

Zucchero enfatizó que su espectáculo no tiene connotación política, a pesar de ser simpatizante de la izquierda y en particular de la Revolución Cubana.

Sobre el eclecticismo del disco precisó que le gusta la contaminación musical y la experimentación.

Aunque crecí con el gospel y el blues norteamericanos, llevo dentro de mi la parte más melódica de la música italiana, señaló para ejemplificar luego con un fonograma que involucró a Luciano Pavarotti y Andrea Bocelli.

Fue, dijo, un encuentro entre la música lírica y el rock. Asimismo destacó que dedicará el concierto sabatino a la oriental provincia de Santiago de Cuba y al resto de las zonas afectadas por el huracán Sandy, en octubre último.

Me molestó que los grandes medios de comunicación hablaran solo de los desastres en Estados Unidos y apenas mencionaran lo que había ocurrido en Cuba, indicó.

La sesión cubana de Zucchero se grabó en esta capital en el verano último.

Desde agosto, la parte italiana comenzó a trabajar en los detalles del gigantesco concierto, que exhibirá el mayor escenario a cielo abierto construido en la isla hasta la fecha.