Advierten que la Casa Blanca está dispuesta a llegar a abismo fiscal
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Las negociaciones para eludir un "abismo fiscal", como se conoce popularmente a la temida combinación de un aumento de los impuestos con un recorte de los gastos por unos 600.000 millones de dólares que podría producirse a comienzos de 2013 si no se logra un acuerdo bipartidista, volvieron a mostrar estancamiento este miércoles, con declaraciones cruzadas de demócratas y republicanos.
El presidente de la Cámara de Representantes y jefe negociador republicano en este asunto, John Boehner, retó a Obama a que presente una contrapropuesta en vista de que rechaza la oferta que le hicieron por considerarla insuficiente en materia impositiva.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, aseguró hoy que el gobierno de Barack Obama está dispuesto a arriesgarse a sumirse en el abismo fiscal con tal de no ceder en su demanda de aumentar los impuestos a los más ricos, principal punto de fricción en las negociaciones con republicanos.
"Absolutamente no hay perspectivas de un acuerdo que no incluya un aumento de los impuestos para el 2 por ciento de los más ricos", respondió Geithner, designado por Obama como jefe de las negociaciones frente a los republicanos, en entrevista con la cadena CNBC, señaló DPA.
A pocas horas de que los líderes republicanos instaran a la Casa Blanca a hacer una contrapropuesta "seria" a su plan, ya rechazado por Obama, Geithner justificó la firmeza demócrata en este punto afirmando que cualquier cesión en este aspecto carecería de "viabilidad política" a medio y largo plazo.
"El tamaño del problema es tan grande que no puede resolverse sin subir las contribuciones", sostuvo Geithner.
Las negociaciones para eludir un "abismo fiscal", como se conoce popularmente a la temida combinación de un aumento de los impuestos con un recorte de los gastos por unos 600.000 millones de dólares que podría producirse a comienzos de 2013 si no se logra un acuerdo bipartidista, volvieron a mostrar estancamiento este miércoles, con declaraciones cruzadas de demócratas y republicanos.
El presidente de la Cámara de Representantes y jefe negociador republicano en este asunto, John Boehner, retó a Obama a que presente una contrapropuesta en vista de que rechaza la oferta que le hicieron por considerarla insuficiente en materia impositiva.
"Si el presidente no está de acuerdo con nuestra propuesta, tiene la obligación de enviar una al Congreso, un plan que pueda ser aprobado por las dos cámaras", dijo Boehner a periodistas.
"Necesitamos una respuesta de la Casa Blanca", insistió.
Ésta no se hizo esperar y llegó del propio Obama, quien una vez más rechazó cualquier propuesta que no incluya un aumento de impuestos a los más ricos.
"Probablemente podemos resolver este tema en una semana, no es tan duro", dijo el mandatario durante un encuentro con empresarios en Washington.
"Pero necesitamos el tipo de avance conceptual que reconozca que debemos tener un plan equilibrado. Eso es lo mejor para la economía, es por lo que votaron los estadounidneses y es como lo vamos a conseguir", sostuvo.
Posteriormente su portavoz, Jay Carney, especificó que "no habrá acuerdo hasta que (los republicanos) reconozcan que tienen que aumentar las tasas".
Obama ya había rechazado la víspera el plan republicano por considerarlo insuficiente en materia impositiva.
"Desgraciadamente, la propuesta (de Boehner) sigue sin ser equilibrada", dijo en una entrevista televisada el martes. "Si se hacen las cuentas, no funciona", sostuvo.
Demócratas y republicanos están enzarzados desde hace semanas en una fuerte disputa sobre cómo evitar el "abismo fiscal", como se conoce popularmente a la temida combinación de un aumento de los impuestos con un recorte de los gastos por unos 600.000 millones de dólares que podría producirse a comienzos de 2013 si no se logra un acuerdo bipartidista.
Los republicanos consideran que el plan que han presentado reducirá el ritmo de crecimiento de la deuda nacional al aumentar los ingresos por nuevos impuestos en 800.000 millones de dólares, aunque no contempla un incremento de los impuestos para los más ricos, demanda clave de Obama. Asimismo, el plan prevé reducir en 600.000 millones de dólares los programas federales de salud y ajustar el cálculo de la inflación para ahorrarse 200.000 millones de dólares en jubilaciones de la seguridad social.
Además contempla el ahorro por 300.000 millones de dólares en otros programas obligatorios, como los subsidios agrícolas. Sumados a otros pequeños recortes, le permitirá al Estado alcanzar nuevos ahorros por 2,2 billones de dólares, según los republicanos.
El gobierno de Obama ofreció su propio plan la semana pasada, una oferta que no mantiene los beneficios impositivos para los más ricos que los republicanos buscan continuar a toda cosa.
El líder de la mayoría republicana en la cámara baja, Eric Cantor, lamentó hoy la falta de una "discusión seria" con la Casa Blanca en materia de gasto, tema que consideró la clave de la disputa.
"Una obsesión para aumentar los impuestos no va a resolver el problema, tenemos que hacer algo con las subvenciones, afrontar el despilfarro de Washington", sostuvo Cantor, quien instó a Obama a reunirse con el Congreso, al comparecer ante los medios con Boehner.
"Le pedimos al presidente: siéntese con nosotros, sea serio en materia de gasto para que podamos detener este gasto despilfarrador en Washington", apeló.
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