Destacan potencialidades del vino para Cuba

Ante el auge turístico de los últimos años y el incremento de la aceptación de los viajeros del mundo  por el destino cubano, Cuba tiene muchas ventajas para insertar la  cultura del vino en el país, destacó en La Habana Yamily Aldama Valdés, vicepresidenta de Mercadotecnia del grupo hotelero Gran Caribe, en ocasión de la Fiesta del Vino.

En  la XII edición de la Fiesta Internacional del Vino, se congregan hasta este 7 de octubre vendedores, sommeliers,  expertos, turoperadores, directores de hoteles y restaurantes y productores de bodegas  de Argentina, Chile, España, México, Francia, Italia y Nueva Zelanda, entre  otros.

Aldama Valdés destacó la importancia de reunir  a representantes y profesionales de más de 100 casas productoras y bodegas procedentes de una decena de naciones, con la posibilidad de intercambiar criterios acerca de esa histórica y milenaria cultura y fomentar futuros acuerdos comerciales.

Según la funcionaria, la Fiesta del Vino brinda una oportunidad inigualable a expertos cubanos del ramo puesto que atrae hacia la instalación turística habanera, reconocida como puntera  en el sector a nivel internacional, a los principales productores,  distribuidores y comercializadores de ese licor mundo.

A su juicio, reviste también un significado especial porque acrecienta el prestigio de la gastronomía nacional ante los ojos de los visitantes foráneos, que pueden degustar  platos y licores de la mejor restauración gourmet internacional, puesta a  disposición en todos los hoteles del archipiélago.

Para la vicepresidenta de Mercadotecnia de Gran Caribe,  la cultura vitivinícola crece día tras día y se impone en los más afamados mercados turísticos, y si un buen vino se consume moderadamente, es  beneficioso para la salud humana.

Un encuentro de vinos como el que sesiona ayuda a nuestro Estado a ubicar el turismo en un lugar cimero y a recaudar fondos que luego se destinan a la educación, al sistema sanitario nacional  y a otros proyectos sociales.

La celebración sirve de escenario para realizar presentaciones, lanzamientos de novedades, catas y degustaciones, y el intercambio de experiencias entre sommeliers, enólogos,  maîtres y cantineros.

Durante los tres días de sesiones, los participantes puntualizan temas sobre la distribución, establecen contactos y evalúan la posibilidad de realizar acuerdos para comercializar las nuevas marcas y productos, al tiempo que confraternizan, exponen sus nuevos sabores en el mercado y muestran a los potenciales clientes las bondades de cada vino.