Duendes contra Vilma Rodríguez Castro
especiales
La muchacha se llama Vilma Rodríguez Castro y acompaña a su novio, Arlés del Río, joven artista plástico convidado por la galería Cuban Arts Proyect.
En la feria, denominada Pinta 2012, toma parte un variado grupo de creadores de América Latina, España y Portugal, los cuales el miércoles y jueves asistieron a varias actividades de la muestra.
Para la todavía jefa del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, tal suceso constituyó un sacrilegio.
Echó mano a uno de sus habituales comunicados de prensa para decir que el permiso otorgado a Rodríguez Castro no aporta al esfuerzo desplegado por la libertad y democracia de Cuba.
“Vergonzoso –agregó- que esta administración continúe entregándole su beneplácito a los dictadores de La Habana” (…) Entregar visas a miembros de la familia Castro insulta a la comunidad cubana en el exilio”.
Pero la ridiculizó la vocera de Pinta 2012, Carolina Ledesma, quien afirmó que cada artista invitado, como el novio de Vilma Rodríguez Castro, tiene “absoluta libertad” para elegir quien lo acompaña.
Funcionarios del Departamento de Estado, organismo que concedió el visado a Vilma, declinaron hacer comentarios, pero subrayaron que existe una política de privacidad.
Cuando en mayo Ros-Lehtinen rechazó la asistencia de la directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, Mariela Castro Espín, a una conferencia científica en aquel país, una portavoz oficial, Victoria Nuland, aclaró que no existe una prohibición absoluta de otorgar visados a funcionarios de La Habana.
Luego, con tono molesto, escribió una carta a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, donde la culpó de facilitar la visita de Mariela “para regar propaganda a favor de los Castro”.
Todavía se recuerda en Washington otra misiva que Ileana envió a Clinton en la que criticó duramente las visas otorgadas al grupo artístico cubano La Colmenita, integrado por niños entre 6 y 13 años.
Para mayúscula sorpresa de algunos, aquel texto de la congresista, advirtió que esos pequeños músicos y actores podían encubrir el reclutamiento de agentes secretos de la isla.
Ahora la emprendió contra la joven Vilma Rodríguez Castro, por ser nieta del presidente de Cuba y asistir en Nueva York a una feria de arte acompañando a su novio, un creador plástico invitado a esta.
Otro eslabón para la brillante cadena de fracasos que exhiben la señora Ros-Lehtinen y sus socios políticos, al estilo de Lincoln Díaz-Balart y David Rivera, cubiertos de fango hasta el cuello.
Pero hay algo aún más significativo y es que la necia y desesperada retórica contra Vilma esclarece aún más el retroceso que sufre la ultraderecha de origen cubano radicada en Miami.
Un repliegue no equivale decir final, mantienen aliados en el Congreso, pero se debilita su afán de mantener un abismo entre Cuba y los del Norte que no la desprecian, o al menos la respetan.
- Añadir nuevo comentario
- 1475 lecturas
Comentarios
granito de arena
peco
Añadir nuevo comentario