Hasta entonces, el programa de la carismática actriz había transcurrido con la gracia de ver a Liam Neeson «mojarse» por una buena causa. El actor irlandés, protagonista de películas como La lista de Schindler o Michael Collins, había acudido al talk-show Ellen para conseguir donaciones a favor de la investigación contra el cáncer de pecho.

Neeson había entrado al plató ataviado con un albornoz rosa y un bañador slip de color fucsia. El motivo era que iba a ser la víctima en el clásico juego del «chapuzón». Si una persona acertaba a golpear una diana, la ducha donde estaba instalado el actor se abriría, caería al agua... y se donaría 10 000 dólares (unos 7730 euros) a la lucha contra el cáncer.

La espectadora escogida, de nombre Laura Lope, había sufrido cáncer cuatro años atrás. Sobre el escenario, Liam Neeson preguntó: «¿Y si me quito el albornoz, el programa podría donar 20 000 dólares?». Así que, ni corto ni perezoso, se quitó la prenda y se metió en la ducha solo con el pequeño bañador fucsia. Sentado en la ducha, como le decía Ellen DeGeneres, parecía «completamente desnudo».

La espectadora y Ellen empezaron entonces a lanzar bolas hacia la diana. Y una de las pelotas lanzadas por la presentadora logró impactar en el objetivo. Neeson se llevó el chapuzón. Y la lucha contra el cáncer de pecho... 17 730 euros.