El tema de los refuerzos
especiales
Por estos días sonaron bastante las distintas propuestas para reformar la pelota cubana, y entre ellas primó la utilización de refuerzos para una segunda fase, con los cuales se evitaría que jugadores de calidad quedaran fuera del principal espectáculo deportivo de Cuba.
No sé si fue el más abordado en los contactos de la Comisión Nacional por todo el país, pero fue el aplicado ahora, y por eso me quiero referir a este tema, porque no me parece lo más adecuado para un certamen de este tipo.
En primer lugar, estoy en contra de dividir la Serie Nacional en dos etapas. Me parece que cada torneo debe iniciarse y finalizarse como empezó, hasta que salga el campeón, como ha sido todos estos años. Después, si se quiere, entonces se organiza otro donde la territorialidad no tenga nada que ver, y entonces ahí podemos reforzar cada plantel como se quiera, pero desde el inicio.
Mover jugadores a mitad de un campeonato falsea los resultados, porque un solo lanzador es capaz prácticamente de ganar un título, y la novena que lo sume a sus filas podría dejar en el camino a otra mucho mejor colectivamente.
Además, así no se aprecia realmente el trabajo de un territorio por desarrollar figuras, porque es más fácil llamar a un consagrado para tapar un hueco que perfeccionar la labor de un talento en bruto.
Del mismo modo, el propio director de la escuadra no puede seguir el plan trazado desde el inicio de la campaña con cada jugador, porque en un equipo cada cual cumple una función, y si es sustituido por otro, ya el que viene no tiene las mismas características y entonces debe desempeñar otro papel, quizás en detrimento incluso de uno de los regulares.
Por último, pero no menos importante, está el tema de la adaptación de cada pelotero a la función que le tocará en su nueva nómina. Súmele a eso que se trata de moverse a otro territorio donde estará albergado la mayor parte del tiempo y compartirá la vida con colegas que no le son habituales.
Todas estas dificultades se remedian bastante cuando se trata de un torneo diferente, porque usted se concentra uno o dos meses antes de iniciar el calendario oficial y va entendiendo al mánager y a sus propios compañeros antes de darse la voz de play ball.
Estoy consciente de que en temas de béisbol en Cuba es difícil poner de acuerdo a más de una persona, pero en este aspecto de los refuerzos a mitad de una lid, creo que hay más desventajas que ventajas.
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