Luis Enrique Zayas: Marca personal de 2.33 y crecimiento continuo (+Video)

Luis Enrique Zayas: Marca personal de 2.33 y crecimiento continuo (+Video)
Fecha de publicación: 
13 Febrero 2020
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A veces las noticias hay que dejarlas reposar para ser un poco más exhaustivo en los análisis. Confieso que salté de mi asiento cuando la colega Lilian Cid me compartió la noticia del 2.33 del saltador de altura Luis Enrique Zayas en el mitin de Banská Bystrica, en Eslovaquia, solo que mi deber de padre me ocupaba en ese momento.

Al ver luego el noticiero le dije orgulloso al pequeño Enzo Samuel: “Mira, ese muchacho que salta es el amigo de papi…” Ahora toca el momento de explicar algunas cuestiones relacionadas con el desempeño del santiaguero nacido el 7 de junio de 1997 y con 1.91 metros de estatura, uno de las similitudes con el legendario Javier Sotomayor.

Vayamos al mitin y lo que antecedió a Zayas en suelo eslovaco:

Partimos de la idea de que el indómito encara su primera gira sobre pista cubierta, y en su debut en la República Checa se elevó sobre los 2.27 metros. Explicaría el Soto que para constituir su estreno en estos escenarios lo había hecho bien, y que la evolución a medida que compitiera se haría notar.

Y sí que se hizo notar rápido. Su primer puesto en Eslovaquia estuvo acompañado de una secuencia impecable, estrategias atrevidas y economía de recursos.

¿Por qué lo afirmamos?

Primero por el hecho de atreverse a iniciar su secuencia en 2.20 metros, cuando la mayoría de sus oponentes, con excepción de tres curtidos como el japonés Naoto Tobe, el griego Konstantinos Baniotis, y el polaco Sylwester Bednarek, lo hicieron sobre 2.10.
Luego estuvieron los componentes de autoconfianza y efectividad en sus ejecuciones.

Se trata de vencer al listón en el primer intento en todas sus alturas hasta los 2.33 ganadores y que devinieron su segunda cota personal lograda, pues antes había superado sin miramientos los 2.31.

Eso no los es todo. Él, su entrenador Juan Francisco Centelles y Javier Sotomayor en calidad de “asesor-amuleto” tuvieron la osada estrategia de renunciar a los 2.28 metros, una altura ya respetable, al punto de que después de ella únicamente quedaron con vida cuatro competidores.

Zayas hizo caso omiso a ese detalle, tomó su carrera de impulso, miró al cielo como extensión de su anatomía, y luego de sus ocho zancadas era un hombre airoso ante la gravedad y los 2.31.

Eso significó además para él, economía de fuerzas y al menos una ejecución menos, si de mantener su secuencia lógica de un salto-una altura vencida hablamos.

A continuación del antillano, que también le tiró infructuosamente a los 2.35, se ubicaron en esta ocasión el bahamés Jamal Wilson (2.33), y el británico Tom Gale (2.31), quien había sido el triunfador en República Checa.

El rendimiento de Zayas lo colocó, además, abrazado con Gale, Wilson y el estadounidense Darryl Sullivan, al frente del top list bajo techo.

Números que atestiguan crecimiento

Si analizamos la progresión de Zayas tenemos que en el 2013 se elevó sobre los 2.13 metros en La Habana. Se sucederían cotas cimeras anuales de 2.18 en 2014; el 2015-2.16; el título universal juvenil en 2016 avalado por 2.27; impasse y regresión hacia 2.20 en 2017, esperanzadores 2.23 en 2018; y el año del repunte fue el 2019, cuando en dos ocasiones superó los 2.30 metros.

Primero para convertirse en uno de los eléctricos monarcas de los Juegos Panamericanos de Lima, y luego para colocarse quinto en la final del Mundial de Doha, Catar.

A eso podemos añadirle su posición número 17 del ranking Mundial de la especialidad (1 259 puntos), la cual debe mejorar considerablemente cuando se compilen sus rendimientos indoor de la presente temporada.

Aunque para ser exactos, el escalafón no es 100% fidedigno, pues el catarí Mutaz Essa Barshim (1 306), indiscutiblemente el mejor saltador de altura desde hace un lustro, se sitúa en la novena plaza, por solo mencionar un ejemplo.

Claves para el cubano serán mantener esa estabilidad de resultados por encima de los 2.30 metros, y continuar de manera sólida su progresión. Por ahora que nos siga llenando de alegrías, con la clasificación a Tokio asegurada, y la tutela certera del tándem Centelles-Sotomayor.

De hecho, al decir del “Príncipe de las Alturas” a la colega Eyleen Ríos, el primer salto de Zayas sobre 2.35 metros estuvo muy cerca de ser válido, teniendo el calificativo de buena ejecución pese al capricho del listón por caer al suelo.

Mis deberes de padre siempre estarán presentes en lo adelante. La profesión y la necesidad de sopesar en su justa medida el performance de nuestros atletas, siempre hallarán un espacio, con Enzo Samuel de inspiración perenne.

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