Maykel Blanco: Al Festival de la Salsa lo que lo caracteriza es la alegría

—¿Qué nos trae la quinta edición de esta fiesta?
 
—Pienso que va a ser un lindo festival; en esta ocasión, con muchas agrupaciones que se presentan. Comenzamos los conciertos en este lugar el día 26 hasta el primero de marzo. Por supuesto que se mantienen los talleres de baile, la participación de los DJ, de bailarines que vienen de varios lugares del mundo, la participación de Víctor Manuel como artista internacional…

—¿Novedades?

—Ya era un reto bastante grande cambiar de locación, eso nos trae como consecuencia algunos riesgos y tenemos que trabajar mucho para que todo quede con más perfección de la que habían tenido los anteriores y no haya errores; entonces no quisimos inmiscuirnos en otras cosas más que tenemos, para poder concentrarnos en lo que verdaderamente creemos que era más importante en este momento, que es el cambio de locación; la escenografía va a variar por completo, por ejemplo.

—Este año hay una puerta abierta a Latinoamérica desde el Festival de la Salsa. ¿Nos cuentas?

—Dada la repercusión que ha tenido el evento en diferentes países, hay empresarios que se han interesado por hacer una sociedad con los organizadores del Festival de la Salsa en Cuba y tenemos idea de extenderlo este año a Perú, México y Colombia. Más adelante, vamos a dar más información de las fechas en cada país.

—¿Qué identifica al Festival de la Salsa en Cuba?

—Yo pienso que lo primero es que fue, hace cinco años, el primer festival que despuntó, el que dio los primeros pasos y comenzó a traer DJ, bailarines del mundo, a escenarios cubanos. Creo que, en ese sentido, el Festival de la Salsa rompió la inercia, y es una característica que hoy todavía se mantiene. Además, la participación de tantas agrupaciones en un término de cuatro o cinco días. Yo creo que al Festival de la Salsa lo que lo caracteriza es la alegría, la cubanía y lograr reunir tantos amigos de tantos lugares del mundo.

—Maykel, ¿se parece al festival que soñaste?

—Realmente, eso es como los niños: uno los ve nacer y está todos los días ahí, en la lucha, y a veces no nota cómo van creciendo; pero sí me imaginé que un día tuviéramos un festival como el que tenemos hoy, y estoy muy contento con eso.