Geandry Garzón: El podio olímpico será un objetivo bien pedestre
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Es cierto, Geandry Garzón aún no ha materializado un rendimiento a la altura de su condición de cuatro veces medallista universal, desde su retorno a los colchones. En los Juegos Panamericanos de Lima el estadounidense Jordan Burroughs lo venció 15-4 en semifinales. Luego, en el Mundial de Nur Sultán fracasó en su segunda presentación 6-10 a manos del uzbeko Bekzod Abdurakhmonov…
Lo cierto es que el santiaguero, que de clasificarse llegará a Tokio con casi 37 abriles, está determinado a luchar por una presea.
Tiene todo el arsenal técnico que lo vieron sostenerse en la élite de una categoría tan cruenta como los 66kg. Así dan fe sus tres preseas de bronce mundiales (Budapest 2005, Guangzhou 2006 y Moscú 2010), además de la plata en Bakú 2007.
Ahora, busca acariciar la gloria suprema en los 74, una categoría de peso endemoniada, pues además del propio Burroughs (5to del ranking con 25 ptos) y abrazado al francés Zelimkhan Khadjiev, aparecen como serios contendientes a presea el ruso y puntero Zaurbek Sidakov (60), el italiano de origen cubano Frank Chamizo (2do-40), y el kazajo Daniyar Kaisanov (3ro-32), por solo citar algunos posibles escollos de notoria consideración.
De cualquier manera, Garzón está determinado a buscar esa ansiada presea, y por estos días sostiene una base de entrenamiento en la altura mexicana junto a sus coequiperos Reineris Salas y Yonger Bastida (97 kg), Yurieski Torreblanca (86kg), y su compeñaero de Sparrings Franklin Marén.
Allí pretenden optimizar capacidades físicas, las cuales pondrán a prueba entre los próximos días 11-16 de febrero, cuando la capitalina Ciudad Deportiva acoja el Internacional Granma-Cerro Pelado:
“Este regreso está marcado por esfuerzo y complejidades. La primera ha sido adaptarme a una división superior a la que solía luchar, ahora eso exige mayores volúmenes de fuerza. Estoy trabajando sobre todos mis músculos pues se requiere combinar fortaleza con mi rapidez y explosividad naturales. Esos parámetros, al igual que la técnica, por suerte los mantengo. Tengo que enfocarme un poco más en el indicador de la fuerza”, señaló en una conversación que sostuvimos.
¿Sobre qué peso estás entrenando en este minuto?
“En estos momentos estoy oscilando entre 75-76 kg. Es lo que me piden mis entrenadores ya que no puedo aumentar mucho de peso. Eso implicaría disminuir velocidad debido a que no soy un luchador de una estatura elevada para soportar tanto volumen por encima de los 74 kg. Además, el reglamento nuevo de pesaje y competencias dos días si avanzas en el organigrama se debe estar frisando ese margen para lograr una mejor recuperación respecto a rivales de mayor talla. Hablamos de cuatro combates en un Mundial el primer día en esta categoría que es de las más pobladas. Por lo tanto, hay que estar bien preparado y controlar el peso bien”.
Hablamos de la edad y los parámetros físicos. Con 36 años, ¿no has mermado en materia de capacidades físicas? ¿Cómo has asimilado los sparrings?
“Mis compañeros de entrenamiento y sparrings dicen que parezco un niño de 15 años. Será por esas ansias de demostrar que sigo estando al nivel de la élite. Eso sí, tengo que cuidarme de las lesiones. Si no presento problemas de lesión, que nunca antes he tenido severas, pienso que sí, que llegaré a Tokio con buenos niveles de preparación y el resultado necesariamente saldrá. Mi regreso se corresponde principalmente con ese anhelo de todo deportista de conquistar una medalla olímpica”.
Hablando de recursos técnicos, si te pidiera una caracterización, ¿cuáles serían estos?
“En estos momentos el entrenador Julio Mendieta y yo estamos trabajando para perfeccionar el tackle lateral y el desbalance abajo, un plato fuerte que siempre he poseído. Es una buena combinación, pues una vez que lleves a tu oponente abajo, el desbalance es un movimiento fundamental. Se trata de buscar efectividad, economía de fuerzas y uno o dos movimientos efectivos, a tono con la edad también”.
En el clasificatorio continental de las Américas, previsto para los días 13-15 de marzo en Ottawa, Canadá, Geandry puede tener el camino a la final bastante allanado, toda vez que Burroughs se clasificó a tierras del Sol Naciente en la lid del orbe. Escollos pudieran significar el curtido boricua Franklin Gómez, el colombiano Néstor Tafur y el canadiense Jasmit Singh Phulka. Hablamos de la final porque precisamente los dos finalistas de cada división en ese certamen, obtendrán cupos olímpicos.
Respecto a su pupilo, el timonel Julio Mendieta ahondó:
“La idea con Garzón es proporcionarle bastante volumen de combates de nivel. Asistimos a dos torneos en Rusia, luego al Mundial. Ha ido progresivamente mejorando su nivel técnico, y de cara al clasificatorio debe presentarse en mejor forma. El medidor en Canadá será su posible duelo con Fanklin Gómez, un luchador de consideración. La rivalidad interna con Franklin Marén también contribuye a su desarrollo.
Desde mi punto de vista, si los muchachos llegan en forma deportiva óptima a tono con la estrategia de preparación que hemos diseñado, todos deben obtener su pasaporte a Tokio, si no se cruzan antes de la final con los representantes de Estados Unidos.
De hecho, en algunas categorías como los 65 con Alejandro Valdés, y en los 86 con Torreblanca, salen con ligera ventaja ante los americanos, basados en que ya han vencido a luchadores de Estados Unidos en sus respectivas categorías”, ahondó el timonel de la armada del estilo libre antillana.
A propósito, Cuba atesora nueve cetros, seis platas y siete bronces en la historia de la lucha en citas olímpicas. Además, es la única disciplina con cadena de vellocinos ininterrumpida desde el retorno a la palestra en Barcelona 1992.
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