La necesidad de conservar lo que somos
especiales
El Consejo Nacional de Patrimonio Cultural pasó revista este martes al trabajo de 2019, un año en que se centraron los esfuerzos en el perfeccionamiento del Programa de Desarrollo Cultural, indispensable para dar cumplimiento a la misión de «preservar, conservar y promover el patrimonio cultural, la defensa de la identidad y la construcción colectiva de la nación».
Los debates abordaron el reto que implica, en la difícil situación económica que afronta el país, recuperar los museos y monumentos que han entrado en la lista de amenaza, de la cual fueron rescatados cinco monumentos en 2019, y 22 museos reabrieron sus puertas.
Durante el 2019, se declararon tres nuevos monumentos nacionales: la Cabina de Radio Reloj; el Complejo Histórico Camilo Cienfuegos, en Yaguajay, y la Quinta Santa Bárbara, en La Habana. Además, fueron reconocidos como Patrimonio Cultural de la Nación la obra del Doctor Fernando Ortiz, los archivos musicales de la Egrem y la cocina criolla, sus prácticas y saberes asociados.
Sobre el patrimonio inmaterial, resaltaron los avances en materia de regulaciones, el hecho de que se van estableciendo líneas que podrían convertirse en ley y que contribuyen a que la declaratoria no sea una mera formalidad, sino que sirva realmente para proteger a los portadores y a las expresiones culturales.
En este sentido, también se enfatizó en las acciones de educación y sensibilización, la preparación de los instructores de arte, el vínculo con las escuelas, el vínculo permanente con la comunidad, pues se trata de un patrimonio vivo y es importante acompañar la transmisión y conservación de estas tradiciones.
La importancia de actualizar, renovar el concepto museológico en la era de las nuevas tecnologías es un reto que, aunque ya comienza a hacerse realidad en algunas instituciones, será parte de las proyecciones al futuro.
El Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, destacó la necesidad de sensibilizar a las diferentes instancias de gobierno en la búsqueda de soluciones para los problemas de infraestructura que tienen algunos museos y monumentos. Subrayó que hay todo un gran programa gubernamental de protección de la memoria histórica en el país, que ha desarrollado un grupo de acciones concretas en ese sentido, pero llamó a la entidad a desarrollar también capacidades para la comercialización de parte de ese potencial que tienen, iniciativas que les permitan captar recursos para ir resolviendo estos problemas, para lo cual —dijo— cuenta con personal muy capaz y comprometido.
Esta es una institución que tiene un encargo fundamental, cuenta con una masa de trabajadores muy preparados, muy consagrados, tiene una cobertura a lo largo del país, responsable de proteger todo ese patrimonio, material e inmaterial, todo ese gran tesoro, una zona muy importante de la creación material y espiritual de nuestro pueblo.
Que el museo salga más a la comunidad; que los valores patrimoniales de todo tipo se conozcan en todo el país, más allá de la zona donde están enclavados o donde suceden las manifestaciones de patrimonio inmaterial; que haya una relación más estrecha con los centros educacionales; dedicar más espacio a la historia reciente de la Revolución, son también retos que impone la guerra cultural en la que salvar la memoria histórica es, sin dudas, una carta de triunfo.
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