Judo y Tokio: Variables que conectan y pisar seguros para escalar podio
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Rafael Manso no le hace el más mínimo honor a su apellido. El Presidente de la Federación Cubana de Judo es una “fiera” cuando se trata de buscar el más mínimo resquicio para lograr que nuestros atletas logren la obtención de forma deportiva óptima.
En ese sentido Tokio es un escenario crucial, y Manso no dudó en ofrecer de forma detallada cómo está diseñada esta etapa final de la preparación, como parte del cierre del encuentro sostenido con las autoridades del Comité olímpico cubano y teniendo en cuenta que el judo se perfila como una de los posibles deportes más comprometidos con nuestro medallero de los Juegos Olímpicos.
Así, una comitiva antillana partió en la tarde-noche de ayer rumbo a Europa, para incursionar en los Grand Slam de París (pugnarán 784 judocas de 122 países los próximos días 7-9 de febrero), y Dusseldorf (829 de 120 naciones entre el 21 y 23 del propio mes).
“Los posibles clasificados, sumados a otros atletas como los casos de Nahomys Acosta (52 kg) y Arnaes Odelín (57 kg), quienes estarán acompañados por todo el cuerpo médico, e incluso en los casos de Idalys Ortiz (+78kg) e Iván Silva (90) asistieron con sus respectivos ukes (parejas de entrenamiento o randori), para que se aproximen lo más posibles a las condiciones ideales”, explicó el federativo.
“Para nadie es secreto que Idalys (puntera del ranking con 6 618 puntos) irá a Tokio a buscar el oro. Por eso hemos trazado una estrategia con su jefe de entrenadores Yordanis Arencibia para que en esta gira, pueda participar o no en estos torneos. Lo fundamental será ver y scoutear, además de medirse en algunos eventos a sus principales rivales. El proceso de clasificación olímpica cierra el 30 de mayo con el Masters de Catar, pero dadas las características del calendario puede que no se presente en alguno.
Tenemos visualizadas sus oponentes que son la japonesa Akira Sone (2da-5 550), la brasileña Maria Suelen Altheman (3ra-4 810 pese al dominio arrollador de la artemiseña sobre ella), la sudcoreana Hayun Kim (15ta-2 392), y en menor escala la azerí Iryna Kindzerska (5ta-4 274), y la bosnia Larisa Ceric (8va-3 727), pero no se puede descartar a ninguna, amén del balance favorable de Idalys sobre casi todas”.
“Otro elemento sumamente importante será la presencia de los nuestros en los campos de entrenamiento. Por ejemplo, después del Grand Slam de París siempre hay uno muy importante, además de una base de entrenamiento posterior que gestionamos con la federación francesa antes de partir a Dusseldorf.
Luego en la propia Alemania habrá otro campo de entrenamiento. Luego regresaremos a Cuba y partiremos nuevamente hacia los Grand Prix de Tbilisi, Georgia (27-29 de marzo), y Antalya, Turquía (3-5 de abril), con otra base de entrenamiento.
De ahí que la ruta crítica está muy bien diseñada. Y como en Japón se convocará la prueba mixta por equipos en el que debemos luchar la clasificación. Hablamos de tres féminas (57, 70 y +70 kg), y otros tantos varones (73, 90 y +90), que pudiera perfilarse como otra opción de medalla.
Contamos con Maylin del Toro (63 kg pero pudiera subir un poco y competir en 70, en +70 Idalys, y en 57 Nahomys o Arnae.
En el masculino con Magdiel Estrada (73), Silva (90) y Andy Granda (+100) el panorama pinta más sólido. Nos estamos preparando para eso”, ahondó Manso.
“Idalys está entrenando muy enfocada, con mucho rigor y toda la confianza depositada en ella. Así lo hacen cada uno de nuestros judocas, a quiénes les estamos inculcando esa mentalidad ganadora, como sucedió en los Panamericanos de Lima. Que todos vayan en busca del mejor rendimiento posible.
La ruta crítica se completa con un Open en Bélgica, que no es muy fuerte pero nos sirve para irnos adaptando a cuestiones de horario y demás.
Luego está el campeonato Panamericano de Montreal, Canadá (17-19 de abril con 700 ptos para el monarca de cada división) y el Masters de Catar (28-30 de mayo, y mil puntos en juego) que marca el cierre. Nuestro deporte es de ranking acumulativo”.
¿Qué perspectiva existe con las divisiones que no están del todo confirmada su clasificación como los 66 masculinos, los 52 y 70 en el femenino?
“Nosotros tenemos un problema agradable en los 66 kg entre Osniel Solís (lugar 41-1 094 unidades) y Orlando Polanco (49-848), quienes luchan por un puesto. Sucede que Polanco es juvenil y cogió bronce en el Grand Slam de Usbekistán y se le pegó a Solís. Ahora va a Polanco a esta primera etapa. En dependencia de lo que suceda se le incorporará Solís a la segunda fase.
En el caso de Onix Cortés (70), ha participado en una serie de torneos y no obtuvo rendimientos loables. Es por eso que ahora nos inclinamos por Nahomys (52), también juvenil y medallista en la Olimpiada de la Juventud de Buenos Aires. La preparamos para ver si suma puntos, alcanzar un buen puesto y rebasar a Arnae Odelín. Entre ellas pudiera estar esa tercera pieza femenina para el torneo por equipos. De hecho, hay un plan de poder insertar a Nahomys en el Grand Prix de Rabat, Marruecos, entre París y Dusseldorf, otra justa no muy exigente, pero que otorga puntos. La idea con ella sería que compita en los tres: París, Rabat y Dusseldorf.
Cuestiones todas muy bien pensadas. Variables del judo cubano en su camino a Tokio. Una disciplina que en el contexto del olimpismo se sitúa en el 5to lugar histórico del medallero (6-14-16), únicamente superada por Japón (39-19-26), Francia (14-10-25), Sudcorea (11-16-16), y China (8-3-11).
El cierre, con las posiciones actuales de nuestros restantes efectivos en el escalafón para la cita bajo los cinco aros.
Femenino:
1- 52 kg- Nahomys Acosta (97-122 unidades).
2- 57 kg- Arnae Odelín (89-179).
3- 63 kg- Maylin del Toro (7ma-3 470).
4- 70 kg- Onix Cortés (42-760)
5- 78 kg- Kaliema Antomarchi (4ta-3 962).
Masculino:
1- 73 kg- Magdiel Estrada (26-1 853 rayas).
2- 90 kg- Iván Silva (3ro-4 423).
3- +100 kg- Andy Granda (26-1 640).
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