Los Cinco, 14 años de injusto encierro
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Los cinco antiterroristas cubanos condenados en Estados Unidos cumplen hoy 14 años de sanciones en ese país en medio de un creciente reclamo internacional por su regreso a la isla para poner fin a las ilegalidades en el caso.
El 12 de septiembre de 1998, Gerardo Hernández, René González, Antonio Guerrero, Ramón Labañino y Fernando González fueron arrestados por el FBI en Miami, donde daban seguimiento a grupos violentos que desde esa sureña ciudad organizan, financian y ejecutan actividades contra Cuba.
La isla atribuye a las acciones terroristas de las que ha sido víctima por más de medio siglo casi tres mil 500 muertos y dos mil discapacitados, además de afectaciones por la introducción de plagas y daños materiales como los reportados en instalaciones hoteleras blanco de atentados con bomba en 1997.
Para Giustino di Celmo, padre de un joven italiano asesinado en uno de los ataques contra instalaciones turísticas habaneras, resulta difícil de entender el encierro de los Cinco, cuando su objetivo era precisamente prevenir actos como los que costaron la vida de su hijo Fabio hace tres lustros.
Ellos expusieron su vida, su familia y su felicidad por tratar de evitar esas acciones, dijo en esta capital durante un homenaje a su hijo, a propósito de los 15 años del ataque al hotel Copacabana, uno de los crímenes del terrorista Luis Posada Carriles.
Di Celmo calificó de doble moral la conducta de Estados Unidos, a partir de su ensañamiento con los antiterroristas y su amparo a Posada Carriles, responsable también de la voladura en octubre de 1976 de un avión civil cubano con 73 seres humanos a bordo.
El argumento de la importancia del papel de los Cinco para salvar vidas inocentes, junto a las múltiples violaciones cometidas por Washington contra ellos, genera una cifra creciente de personas en el planeta dispuestas a respaldar su causa.
Según el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, más de 300 comités de solidaridad reclaman desde unos 110 países el regreso a la isla de Gerardo, René, Antonio, Ramón y Fernando.
En declaraciones a Prensa Latina, la coordinadora del Comité Nacional por la Libertad de Los Cinco, Gloria la Riva, consideró que la solidaridad es clave para los antiterroristas, cuatro de ellos aún en prisión, mientras René cumple tres años de libertad supervisada.
La activista insistió en la necesidad de sumar voces en el mundo para denunciar las irregularidades en el caso.
Gerardo, Ramón, Fernando, Antonio y René fueron acusados de conspiración para cometer espionaje, aunque el gobierno estadounidense nunca señaló la ocurrencia de espionaje real, ya que a los antiterroristas no les ocuparon documentos clasificados.
Pese a los argumentos de la defensa, el juicio contra los Cinco se desarrolló en Miami, urbe donde radican grupos violentos con una amplia historia de hostilidad hacia la isla, alejando de las audiencias principios como la justeza y la imparcialidad.
Existe abundante evidencia sobre la contratación por Washington de periodistas, quienes tenían la misión de crear con sus artículos, comentarios y otros materiales, un ambiente favorable para la condena de los antiterroristas.
A través de acciones legales como el Discovery y el Affidávit (declaración jurada), el reconocido jurista norteamericano Martin Garbus, abogado de Gerardo, puso recientemente a disposición de la justicia y la opinión pública detalles de la manipulación.
De acuerdo con esos documentos, antes y durante el juicio, la comunidad miamense recibió a través de la prensa escrita, radial y televisiva un arsenal de propaganda pagada por el gobierno para interferir en el proceso y persuadir al jurado, conducta calificada de anticonstitucional.
Tan solo The Miami Herald y El Nuevo Herald publicaron con ese fin mil 111 materiales en un lapso de 194 días, con cierre el 8 de junio de 2001, cuando fueron declarados culpables Los Cinco.
No son estas las únicas irregularidades denunciadas por cada vez mayor cantidad de personas en el mundo, aunque los grandes medios de prensa continúan con su muro de silencio en torno al caso que derivó en penas de hasta dos cadenas perpetuas más 15 años, como la dictada contra Gerardo.
Pruebas ocultas, castigos psicológicos, obstáculos a la defensa y prohibiciones de recibir visitas familiares se suman a la lista.
Una de las cuestiones que mayor rechazo ha generado es la reiterada negativa de autoridades estadounidenses a entregar visas a Adriana Pérez y Olga Salanueva para visitar a sus esposos, Gerardo y René, respectivamente.
Mientras continúan los pasos legales de la defensa de los antiterroristas -acciones rechazadas por Washington- miles de personas en el planeta consideran que la solidaridad es la clave para el fin de la injusticia.
En ese sentido, decenas de países de los cinco continentes acogen hoy actividades en reclamo del regreso a Cuba de los Cinco.
Protestas frente a embajadas y consulados estadounidenses, cartas y mensajes al presidente norteamericano, Barack Obama, conferencias de prensa y conciertos forman parte de las movilizaciones programadas.
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Tomás Elías Ramírez
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