DE LAS REDES: Evitar pinchazos, ¡una felicidad!

Releyendo la nota publicada en internet sobre una novedosa tecnología que “facilita el trabajo de las enfermeras en la captura de las venas de los pacientes”, pensé en cuán maravilloso sería que novedades de este tipo pudieran extenderse por el mundo en aras de una mejor calidad de vida.

La inventiva desarrollada por la empresa Christie Medical Holdings, radicada en los Estados Unidos, consiste en un aparato que permite visualizar las venas mediante una luz infrarroja que, al colocarse sobre la piel de las personas, trasluce las venas e incluso el flujo de sangre en ellas.

Pudiera parecer algo insignificante, mas, en realidad, cuánto hemos sufrido —usted, yo y millones de personas en el mundo— cuando una enfermera u otro trabajador de la salud trata de “encontrar” una vena para un análisis de sangre de rutina o, simplemente, una donación.  

La nota reconoce que en este tipo de tecnologías debería invertirse más, y no así en el desarrollo de la industria armamentista. Sin embargo, el monopolio y las grandes transnacionales que se dedican al desarrollo de la industria médica y farmacéutica priorizan los beneficios económicos, en detrimento de la salud de las poblaciones de menos recursos.

A los cubanos nos está vedado todo lo proveniente de Estados Unidos y, de igual manera, los norteamericanos tampoco pueden beneficiarse con los productos creados en la Isla, como, por ejemplo, el Heberprot-P, un medicamento para el tratamiento del pie diabético, desarrollado por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.

Cuba comercializa sus producciones médicas con todos los países del mundo, pero el bloqueo impide llegar al mercado norteamericano. ¡Qué felicidad sería, para los de aquí y los de allá, que las barreras políticas no interfirieran en las cuestiones médicas y de salud!