En ese sentido significó la pertinencia de la unidad para preservar por siempre las conquistas de la Revolución cubana en torno al proyecto socialista.
Morfa se refirió a la influencia de su pensamiento en las actuales generaciones, su capacidad de estratega militar, así como la concepción fidelista de la política y vigencia de las condiciones del mundo contemporáneo.
La dirigente juvenil ratificó que aunque los escenarios se transforman, los pinos nuevos están conscientes de su papel en la preservación de la soberanía en la isla.
La casa de altos estudios, donde Fidel Castro se hizo revolucionario, estuvo aglomerada con miles de universitarios y jóvenes cubanos que demostraron la vigencia de su impronta revolucionaria y manifestaron el apoyo a la continuidad histórica.
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