Michelle Bachelet: Que Dios no la perdone

Se une a la bestial represión llevada a cabo desde que la CIA ordenó aniquilar sin muchas contemplaciones todo lo que huela a progresista en la región.

Otro ejemplo es Honduras, a la que siguieron sus intentonas golpistas contra Hugo Chávez en Venezuela.

Asimismo el desembozado, cínico y actual complot dirigido hacia Cuba y Nicaragua.

Gran parte del mundo ha seguido entre colérico y estupefacto el drama boliviano.

Sin embargo, lo más escandaloso de lo sucedido hasta aquí es la honda frivolidad con que la señora Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, acogió lo ocurrido en dicho país.

Ella no ha escrito ni una palabra que repudie las matanzas, heridas y torturas salidas a la luz.

Si cree en Dios, que no la perdone.