Añadir nuevo comentario

También dudaba de que Edmundo, Max, o Andrés, no fueran agredidos físicamente por los elementos extremistas de la mafia anticubana de Miami y su vecindad. Ni me imagino cómo es que los toleraban diciendo todo lo contrario a lo que ellos decían de Cuba y su revolución. Y como Andrés, no dudo que la supuesta venta de la radio emisora es con el fin de silenciarlos del todo. Ojalá que encuentren otro medio radial donde puedan seguir su revolucionaria labor, ¿pero quién duda que vayan a encontrar muchas piedras en sus caminos puestas por los integrantes de esa banda de cuatreros que se han apoderado de la ciudad y del condado Dade? Pero ¡ADELANTE, MUCHACHOS! No permitan que los amordacen.