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Esa es la jugada para quitarles el Nobel de la Paz a nuestros abnegados médicos y paramédicos del Contingente Henry Reeve. Pero ?con quién? Nada menos que proponiendo al Trump, quien solo ha boicoteado cualquier acuerdo real que conduzca a la paz en cualquier región o a ralentizar las tensiones en cualquier área. Mucho menos por el cacareado acuerdo de paz entre aliados (USA, Israel, y los Emiratos) que si acaso, lo que ocurrió que sacaron a la luz sus viejas relaciones y que el Trump, como con otras cosas, se apropió el mérito. Pocos quieren recordar que cualquier real acuerdo de paz en esa región pasa por el cumplimiento de una Resolución de la ONU casi elaborada en pergamino y llena de telarañas de vieja. O con Corea, que ha estado en un patrás y un palante, sin más avance que un reconocimiento mayor al prestigio del líder norcoreano. Las decisiones históricas de la Academia noruega han sido en muchos casos desacertadas, pero esta propuesta es una gran burla y un manotazo a la cara de las víctimas de las trumpadas, incluido el pueblo cubano.