Trump, ¿totí?: Quiebra bancaria
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Cuando en menos de diez días tres bancos estadounidenses quebraron, el presidente Joe Biden culpó por ello a la administración anterior de Donald Trump por haber flexibilizado las leyes regulatorias al efecto creadas por Barack Obama durante la crisis del 2008.
Dijo que planeaba pedirle al Congreso y a los reguladores bancarios que restablecieran las reglas y eliminara la ley establecida por Trump en el 2016 que eximía de esas reglas a las instituciones medianas como Silicon Valley Bank (SVB), el principal banco en quiebra. Hay 18 legisladores republicanos que apoyan al presidente demócrata, entre ellos Ron DeSantis, quien compite con Trump por la candidatura presidencial para los comicios del 2024.
Lo cierto es que no se ha tomado experiencia de la crisis acaecida en el 2008, que demostró que los depositantes se tienen que resignar a la pérdida, mientras el sistema protege a los bancos, e incluso a los banqueros, recordando que hace 15 años se les “premió” a cada uno millones de dólares por “las ganancias dejadas de percibir”.
Reporta AP que Biden aseguró en un discurso sobre los problemas del sistema bancario que los inversores en los bancos quebrados perderán su dinero porque sabían lo que hacían, e insistió: "Los inversores en los bancos no estarán protegidos, asumieron el riesgo deliberadamente; cuando el riesgo no está justificado, los inversores pierden su dinero", agregando que los directivos de los bancos en quiebra serán despedidos y tendrán que rendir cuentas.
El mandatario cargó con fuerza contra los inversores de los bancos norteamericanos en quiebra, señalando que no tendrán respaldo de su gobierno; sin embargo, aseguró que el sistema bancario del país sigue siendo sólido y expresó su confianza en que los contribuyentes de EE. UU, no sufran pérdidas por los problemas de las entidades de crédito quebradas.
Tras reiterar que el anterior mandatario fue el culpable de esta situación, enfatizó en que "así es como funciona el capitalismo". Sin embargo, especificó EFE, cuando se le consultó si podía prometer que el país no sufrirá una reacción en cadena con la quiebra de SVB y Signatura Bank, los dos más importantes de los tres en quiebra, no respondió la pregunta y abandonó la sala en silencio, cerrando la puerta tras de sí.
EL HECHO
El cierre del banco Silicón Valley Bank el 10 de marzo, es la mayor quiebra de un banco estadounidense desde la crisis financiera del 2008. El colapso de SVB estuvo relacionado con un aumento de los diferenciales de la Reserva Federal estadounidense, que provocó una depreciación de los activos en los balances de muchas instituciones financieras.
La crisis que llevó a la insolvencia de SVB en la práctica se inició cuando sus clientes, en su mayoría empresas tecnológicas que necesitaban dinero mientras luchaban por obtener financiación, al mismo tiempo comenzaron a retirar sus depósitos, es decir, a reducir la propia fuente de fondos de la financiación. En este contexto, la institución financiera se vio obligada a iniciar el proceso de venta de valores a pérdida para cubrir los retiros, lo que provocó la mayor quiebra de una institución financiera en los Estados Unidos desde el punto álgido de la crisis financiera.
Otro tema se refiere al aumento de las tasas de interés, que fueron elevadas por la Reserva Federal para combatir la inflación, como principal problema del SVB. Así, una parte relevante de sus activos, como valores o cédulas hipotecarias, perdía valor de mercado al subir los tipos. O sea, los problemas del sector tecnológico no están en el centro de los problemas de este banco.
SILENCIO
La frase recurrente de los neoliberales de que el capitalismo se regula a sí mismo es silenciada cada vez que el sistema entra en crisis. Y no son pocos, como la crisis asiática de 1997, la de los activos inmobiliarios del 2007 (base de la del 2008) y el famoso crack de 1929.
Pese a lo dicho por Biden, se asegura que EE.UU. enfrentará una crisis bancaria si el gobierno no logra salvar el SVB, según la publicación Axis y también agencias noticiosas con titulares como estos: "El presidente Biden enfrentará una situación catastrófica” y “Crisis bancaria si el Gobierno de EE.UU. no logra llegar a un acuerdo para salvar a los depositantes de Silicom Valley Bank”.
El SVB participó en préstamos a empresas emergentes y brindó servicios privados. Debido a su quiebra, muchos fundadores de empresas emergentes temen tener que despedir trabajadores si el dinero almacenado en el banco se congela o se pierde.
El banco tenía la reputación de ser un punto de referencia para varias industrias y nuevas empresas. La fuga fue tan rápida que, horas antes de su cierre, algunos analistas de la industria esperaban que el banco siguiera siendo una buena inversión. Pero sus acciones habían caído un 60% el viernes por la mañana, luego de una baja similar el día anterior.
Y es que en el capitalismo es difícil depositar la confianza, sino que se vive con inseguridad. Ganancias y pérdidas es la realidad.
“DESCUBRIMIENTO”
En estos momentos, la población descubre que necesita del 'Estado' y los empresarios defienden lo impensable de una intervención estatal capitalista. Los depositantes ansiosos se apresuraron a retirar su dinero preocupados por la salud del banco, lo que provocó su colapso, lo que podría servir como "un evento de nivel de extinción para las nuevas empresas", informó el director ejecutivo de Combinatoria, Gary Tan. El empresario y propietario de los Dallas Mavericks, Mark Cuban, instó a los reguladores federales a comprar el banco el viernes:
“La Red debería comprar de inmediato todos los bonos/deuda que posee el banco casi a la par, lo que debería ser suficiente para cubrir la mayoría de los depósitos”, escribió Cuban. "Cualquier pérdida pagada en acciones y nueva deuda del nuevo banco o de quien lo compre. La Red sabía que esto era un riesgo. Deberían asumirlo", añadió.
Pero mientras tanto, al menos por ahora, la secretaria del Tesoro, Janet Sellen, dijo que el Gobierno federal no rescataría a SVB, pero que está trabajando para ayudar a los depositantes que están preocupados por su dinero.
Sellen proporcionó pocos detalles sobre los próximos pasos del Gobierno. Pero enfatizó que la situación es "bastante diferente" a la crisis financiera de hace casi 15 años, que llevó a rescates bancarios para proteger el sector. “No hagamos esto de nuevo”, dijo. “Pero estamos preocupados por los depositantes y estamos enfocados en tratar de satisfacer sus necesidades”.
De hecho, el público no conoce la velocidad o el tamaño del problema y, con Wall Street sacudido, Sellen trató de asegurar a los estadounidenses que no habrá un efecto dominó. En estos momentos, lo único que hace un ejecutivo estatal es ocultar el tamaño del precipicio.
Lo cierto es que las consecuencias sí podrían extenderse por todo el mundo, desde Londres hasta Singapur, ya que el capitalismo tiene sus crisis cíclicas y está lejos de una regulación transparente y fiable. Los actores del mercado y los reguladores tienen intereses confundidos y, a menudo, son profesionales que cambian de trabajo en estas dos bandas de la economía.
En estos momentos, los más liberales se vuelven heterodoxos y defensores de la intervención estatal, como se puede ver cuando Tom Guadañan, vicepresidente ejecutivo del Capital Marquet Competitiveness Center de la Cámara de Comercio de EE.UU. dijo en un comunicado que “instamos al Gobierno a facilitar una adquisición rápida, asegurando que todos los depositantes bancarios tengan acceso a su dinero”.
CONCLUSIÓN
Pero, ¿es este el neoliberalismo defendido por EE.UU. en todo el mundo? ¡Claro que no! En la práctica, es una señal más de que las crisis del capitalismo, y esta no será la última, requieren de la acción del Estado, tanto en la vida cotidiana, en la planificación y finalmente, si es necesario, en la resolución del conflicto económico. El gobierno tiene que defender a su población de los riesgos de los especuladores o de las operaciones arriesgadas.
El año pasado, las pérdidas acumuladas de los bancos en el 2022 alcanzaron los 620 000 millones de dólares; y ahora, tras la crisis del SVB, se cerró el gran banco neoyorquino Signatura Bank por “riesgos sistémicos del sector”. O sea, es una crisis no concluida y con grandes posibilidades de incrementarse.
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