Perú en su laberinto

Esto que vive Perú es algo que está latente durante muchos años, especialmente en los último seis con igual cantidad de presidentes, con la curiosidad de que nada le ha afectado en la macroeconomía para deleite de los grupos de poder oligárquico, aunque si en la fuerza laboral, cuyo 80% es informal.

Algunos quizás se asombraron porque la destitución del presidente Pedro Castillo haya provocado protestas de todo tipo en la mayor parte de la nación suramericana, pero el hoy ex mandatario era, es, de procedencia humilde, un maestro, que ilusionó mucho a millones de peruanos que viven tan olvidados y maltratados en una de las naciones más ricas de este continente.

Simplemente, no lo dejaron gobernar, consciente la oligarquía que cualquier éxito suyo sería un mal ejemplo para el futuro en una sociedad que se le podía escapar de su control.

No sólo fue el Congreso con mayoritaria oposición derechista que no aprobó o engavetó ni uno de sus proyectos presentados durante sus 16 meses de gobernanza, sino que desde los primeros días de mandato ya había ministros que boicoteaban su trabajo, además de ser abandonado por el partido que le llevó al poder, sabe Dios, o Satanás, el por qué. 

De todas maneras, algunos se asombran de tanto apoyo que recibió de las masas cuando fue defenestrado por no haber sabido aunar a las fuerzas militares y políticas para lograr lo que muchos querían: la disolución del Congreso y el comienzo de los trabajos para una necesaria y nueva Constitución, que eliminaría la fujimorista de 1993.

A la vicepresidenta que lo sustituyó, Dina Boluarte, no le tembló la mano para dictar medidas de excepción y enviar al ejército a las calles para reprimir a los manifestantes, provocadoras de por lo menos 27 muertes conocidas y centenares de presos y detenidos, que pedían la libertad de su presidente y la destitución de Boluarte, así como las ya mencionadas disoluciones del Congreso y una nueva Constitución.

Pero Castillo no solo no era liberado, sino que, cumplida una detención preventiva de siete días, se le agregó otra de 18 meses en una cárcel de máxima seguridad para que no pudiera huir al extranjero, ya que tiene otras acusaciones fabricadas por la corrupta justicia que encabeza la fiscal Patricia Benavides.

Y lo único sano que quizás logró fue que México acogiera a su familia como exiliada.

ANORMAL NORMALIDAD 

Tras 16 días de manifestaciones que exigen la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, y el cierre del Congreso, poco a poco se va normalizando la situación en las vías de comunicación y aeropuertos de las regiones de Perú, donde han disminuido los enfrentamientos y disturbios, aunque desde el miércoles se mantienen demostraciones pacíficas de miles de peruanos que vierten en Castillo el regreso a la esperanza que otros les birlaron.

Desde el domingo 11 de diciembre, 27 personas han fallecido en las protestas, sobre todo en el sur del país, y el jueves 15 se decretó el estado de emergencia nacional, debido a los enfrentamientos de manifestantes con las fuerzas de seguridad y los paros en carreteras e invasiones a aeropuertos y propiedades públicas y privadas ocurridas la semana pasada.

El aeropuerto Coronel FAP Alfredo Endivia Duarte, de Ayacucho, ciudad donde las fuerzas militares asesinaron a diez personas, reinició sus operaciones, así como el resto de las terminales del país, a excepción la de Andahuaylas, en la región de Apurímac, donde siguen las reparaciones de los daños, según EFE.

Hay que señalar que no ha habido reporte de algún muerto entre los militares y nunca se demostró que los manifestantes poseyeran arma alguna.

La Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Surtan) también informó este viernes que se ha restablecido el tránsito en 153 puntos de la red vial nacional, aunque aún quedan 15 puntos con tránsito interrumpido, lo que afecta a cuatro vías nacionales en tres regiones (Cuzco y Puno, en el sur, y La Libertad, en el norte).

Las manifestaciones se mantienen en el sur del país y se han registrado marchas pacíficas en Puno, departamento fronterizo con Bolivia, en Cuzco y también en Andahuaylas.
Es bueno recabar los datos anteriores para que se vea la magnitud de las protestas por un pueblo que no posee armas y está divorciado con las actuales autoridades.

TENSIÓN QUE NO AMAINA

La presidenta interina es acusada por Castillo de traidora. Es posible que algunos hayan podido presenciar en la televisión las caras sonrientes de los diputados de oposición, cuando Boluarte anunció que se quedaría como mandataria hasta el final del mandato actual, en el 2026, aunque luego tuvo que retractarse, informando que sería para abril del 2024, para luego decir que será hasta diciembre del 2023.

Finalmente, el Congreso aceptó que fuera en abril del 2024, fecha cuestionada por otro dirigente que se ha hecho popular, Antauro Humala, quien, sin embargo, fue abucheado por reconocer a Boluarte como mandataria.

Antauro admitió que ello le restó partidarios, pero que era necesario tratar con la mandataria el adelanto de los comicios, aún en fecha más temprana, y no ocultó su deseo de convertirse en el próximo presidente de Perú.

“Es totalmente insuficiente, porque ella ha adelantado las elecciones en un período mediato, año y medio, y la situación no da para más, tiene que ser de inmediato. Es decir, o ella directamente convoca desde ya a elecciones o simplemente renuncia y ahí por ley el presidente del Congreso, no importa quién sea, debe convocar inmediatamente a las elecciones”, explicó.

Para algunos Humala ha aflojado su actitud, algo que no es fácil demostrar cuando se sabe que cumplió una pena larga de prisión por haber utilizado la lucha guerrillera contra el presidente Alejandro Toledo, “Boluarte es la Presidenta de Perú, pero no es legítima”, dijo. “Castillo es el epílogo de algo más monstruoso que vive el país desde hace un tercio de siglo”, concluyó en declaraciones al dato chileno La Tercera.

EL ADELANTO NO ES LA SOLUCIÓN

Desde ahora hay unos 15 partidos políticos -la mayoría de derecha- que se están preparando para talas comicios, engrasando una maquinara que puede aplastar las verdaderas aspiraciones populares. 

No va a ser suficiente, pero empieza a solucionarse, porque hay una serie de demandas sociales que se han estancado desde hace muchos años en Perú. Desde la falsa transición democrática de Vladimiro Montesinos y Fujimori, cuando, tras su caída, el presidente Valentín Paniagua reconoció la Constitución fujimorista y no restituyó la del 79. 

Se han embotellado todos esos problemas con el agregado de seis presidentes que han estado presos por delincuentes, y uno de ellos se suicidó, a lo que se le agregó la pandemia del COVID-19, que demostró que el sistema neoliberal en el Perú era falso, era un fracaso. En este contexto amerita conocer la evaluación que hace el ex guerrillero Antauro Humala del gobierno del depuesto Pedro Castillo:
“… políticamente sí es totalmente defendible y amerita ser defendido…  ha sido víctima de una ofensiva jamás vista en el Perú desde el primer día de su gobierno, por una derecha cavernaria, que cree que está en los tiempos de Fujimori y Montesinos. Pero, lamentablemente, la incapacidad, la limitación del expresidente Castillo y sus malos consejeros y asesores han hecho un tremendo daño al movimiento social en el Perú. 

“Y está preso, casi instantáneamente, mientras que los presidentes de la derecha, todos ladronas y delincuentes, como Pedro Pablo Kuczynski, como Ollanta Humala, Alejandro Toledo, que está libre en Estados Unidos, y Martín Vizcarra, a pesar de que tienen muchas más carpetas fiscales y están bajo investigación, están libres. Esto es lo que ha enervado al pueblo, porque ha habido una especie de racismo. Aun siendo Presidente, a Castillo no lo han tratado como Presidente. Esto ha enardecido a la población y ha sido un catalizador social a pesar de los errores de Castillo.

“Pero ahora les ha salido un catalizador social para que todas las demandas empantanadas durante décadas hayan explotado: Asamblea Constituyente, nueva Constitución, nuevo contrato social, cierre del Congreso, elecciones adelantadas y hasta refundación republicana”.