Nicaragua: baluarte irreversible de la lucha antimperialista

Hace 9 años, justo cuando se conmemoraba el aniversario 35 de la victoria sandinista del 19 de julio de 1979, el líder histórico de la Revolución Cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz y el entonces presidente cubano, Raúl Castro Ruz, enviaron un mensaje al presidente nicaragüense Daniel Ortega Saavedra, que parece ser escrito por estos días.

En aquel saludo publicado en la prensa cubana, los líderes cubanos dicen celebrar siempre la victoria sandinista con el mismo entusiasmo con que los cubanos recordamos el 26 de julio de 1953 o el 1ro de enero de 1959, y definen a Daniel y a su compañera Rosario Murillo, como "campeones ineludibles de la lucha por el socialismo y la revolución antimperialista
en América Latina".

Como lo sería después Hugo Chávez, "ocuparán un lugar de honor en la historia de los pueblos de este continente, que algún día podrá contar también con el pueblo laborioso e inteligente de los Estados Unidos", expresaría en su mensaje nuestro Fidel.

En tanto, el General de Ejército Raúl Castro, hizo extensiva sus felicitaciones al pueblo de esa hermana nación y le ratificó "nuestros profundos sentimientos de amistad indestructible y apoyo a la lucha revolucionaria".

Aquellas palabras, no solo confirmaban la visión futurista de quienes habían vivido de cerca revoluciones verdaderas, señalaban también el camino que ya había emprendido el llamado gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional - lleno de tropiezos y amenazas - pero sin tiempo para el cansancio o la rendición, levantándose siempre y construyendo.

Un 44/19 en paz

Para el Comandante Daniel Ortega, es relevante cómo un pequeño país, con tan pocos recursos ha podido hacer tanto para fomentar programas sociales y luchar contra la pobreza y desnutrición, incrementar la seguridad y tranquilidad ciudadana, construir carreteras y caminos, iniciar un programa integral para las viviendas y tener políticas productivas exitosas.

Igualmente, en estos años de Revolución, Nicaragua salió del analfabetismo, se ha desarrollado la inversión y atención priorizadas en salud y educación - hoy gratuitas -, en seguridad social, programas culturales y deportivos, en recreación y esparcimiento integral.

Pero de todos los logros obtenidos por la Revolución sandinista en los últimos años, transformadora siempre en beneficio de las mayorías, habría que resaltar en primer lugar, la búsqueda constante de la paz. El propio líder sandinista dijo a inicios de este 2023 que "sin la paz no es posible la construcción de escuelas, carreteras, puentes ni hospitales". Hacía
referencia así al cúmulo de obras sociales realizadas en poco tiempo y a la atención diferenciada que reciben hoy niños, jóvenes, adultos mayores, pobres y campesinos.

Por otro lado, se ha fortalecido el Frente Sandinista de Liberación (FSLN) como fuerza política líder de la nación, creciendo en membresía, liderazgo y reconocimiento, a la vez que refuerza su vínculo con movimientos sociales y populares y en especial, con la Juventud Sandinista, beneficiaria y protagonista de las mayores transformaciones que se realizan en el país porque es la juventud, en definitiva, en futuro de la nación.

Nicaragua ha sido, asimismo, un fuerte actor de la integración latinoamericana y caribeña, enalteciendo la solidaridad y la cooperación como banderas de lucha, sobre todo en espacios como la Comunidad de Estados latinoamericanos y caribeños (CELAC) o la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América - Tratado de Libre Comercio de los Pueblos (ALBA- TCP), uno de los motivos por los cuales es fuertemente atacada: se le han impuesto cercos económicos, sanciones unilaterales, se ha tratado de desvirtuar su accionar en distintos foros internacionales y se ha arremetido de forma despiadada contra sus principales líderes e
instituciones gubernamentales, empleando las más modernas herramientas de la guerra no convencional. Han tratado, además, de subvertir el orden interno del país, con constantes llamados a la violencia e intentos de Golpes de Estado y aún así, ha prevalecido el entendimiento y la paz.

El pueblo nicaragüense sabe bien cuánto costó llegar hasta aquí, escucha hoy a sus dirigentes quienes le consultan cada decisión y se decide en las urnas los destinos de la nación, sin que venga nadie de afuera a violar su soberanía y autodeterminación. Por eso puede celebrar en paz este 44 aniversario de su Revolución; por eso en calles, comunidades, poblados, plazas y centros laborales se han realizado vigilias, se ha cantado a la vida y a la esperanza, se ha impuesto la unidad y el amor.

Queda mucho por hacer para seguir avanzando y construyendo, es largo y duro el camino de las Revoluciones verdaderas, pero Nicaragua es hoy, sin dudas, lo que definiera el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, hace exactamente 9 años: "un baluarte irreversible de la lucha antimperialista".