Grupo de Puebla: Ante complejidades y desafíos, más integración y unidad

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Grupo de Puebla: Ante complejidades y desafíos, más integración y unidad
Fecha de publicación: 
3 Octubre 2023
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Foto tomada de Sputnik

Tras volver al lugar donde se fundó la organización y le dio nombre, los miembros del Grupo de Puebla tuvieron el fin de semana último extensas jornadas de debate y concientización sobre los retos que enfrenta América Latina y el Caribe y según declararon los participantes, la necesidad inaplazable de que se sigan sumando voces y fuerzas al progresismo en la región.

Con la participación por Cuba, del miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y canciller de la República, Bruno Rodríguez Parrilla y bajo el lema “En unidad avanzamos”,  los políticos, diplomáticos e intelectuales miembros del Grupo reafirmaron su interés por proponer y construir mecanismos y transformaciones que nos permitan enfrentar, a través de una política de protección basada en la integración regional, la soberanía y la seguridad, los múltiples desafíos del mundo moderno, como la crisis medioambiental y el reordenamiento geopolítico multipolar.

Fueron largas horas de análisis que fueron transmitidas y compartidas por las cuentas oficiales del Grupo en Internet y plataformas de redes sociales, y en las que se advirtió sobre el crecimiento en Latinoamérica y el Caribe de una derecha antidemocrática que avanza, sin embargo, «democráticamente», con una vieja ideología, el fascismo, que divide entre “amigos y enemigos”, y cuyas posturas en contra del progresismo ponen en riesgo el pluralismo.

El panorama descrito

En el documento final suscrito por el Grupo de Puebla tras su encuentro reciente, refleja el panorama de la región. 
Por un lado, expresamos preocupación por la Argentina, “donde crecen candidaturas de ultraderecha que, en nombre de la libertad y la democracia, prometen suprimir a los opositores como si fueran enemigos, acabar con las instituciones y suprimir los derechos conquistados por la ciudadanía durante décadas”. 

Denunciaron también los intentos de sabotear la transición al nuevo gobierno electo en Guatemala, liderado por el Presidente Bernardo Arévalo y la Vicepresidenta Karin Herrera, elegidos mayoritariamente en las elecciones del 20 de agosto. En ese caso, consideran que se cierne una guerra jurídica (lawfare) para deslegitimar la candidatura ganadora del Movimiento Semilla, que incluyen amenazas, allanamientos ilegales y detenciones arbitrarias. El Grupo declaró su apoyo total a Arévalo y su posición de observadores del proceso político hasta el 14 de enero para garantizar el respeto por la voluntad popular. 

En el caso de Ecuador, se expresó confianza en el proceso electoral en marcha en Ecuador, que deberá culminar en una segunda vuelta el 15 de octubre para que el país vuelva a la senda de la vitalidad democrática y se reponga “de las consecuencias de la persecución política que han auspiciado medios e instituciones”.

Mención especial merece en el contexto actual, la creación por parte del Grupo, de una comisión permanente de trabajo y acompañamiento al proceso boliviano con el objetivo de afianzar la unidad del progresismo.

Asimismo, se reconoce que el problema de la soberanía y de las intervenciones de potencias extranjeras, sigue siendo un escollo para la profundización de la democracia y la libertad en nuestra región, pues solo durante el último lustro son numerosos los casos que lo demuestran:  Bolivia 2019 y el Golpe de Estado contra Evo; el préstamo récord del FMI a Mauricio Macri, que condicionó e hipotecó la soberanía económica de la Argentina; la intervención encabezada en Venezuela por Juan Guaidó y sus intentos de golpe y desestabilización; o las declaraciones, a lo doctrina Monroe, de Laura Richardson que anuncian la intervención de EE.UU. en la región con la excusa de frenar a China.

Superar la polarización a la que nos ha llevado la derecha radical y proponer una alianza fundamentada en relaciones internacionales entre Estados y no entre gobiernos, pudiera ser el camino en medio de un escenario global que  brinda a la región una oportunidad única defender nuestra autonomía, dignidad, la seguridad alimentaria y material de nuestros pueblos. 

El Grupo de Puebla observó con optimismo la reactivación de organizaciones regionales como el SICA, UNASUR y CELAC, así como los esfuerzos de coordinación de distintos organismos subregionales, como la contribución de la Corporación Escenarios de Colombia y del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).

“Creemos que una de las primeras tareas concretas de América Latina y el Caribe, consiste en relanzar una nueva arquitectura financiera adaptada a sus necesidades, centrando su mirada en la creación de una moneda única y propia, y una nueva institucionalidad para manejar sus necesidades financieras de corto, mediano y largo plazo. Así mismo, y como marco de referencia de este esfuerzo, el Grupo de Puebla propone un MODELO SOLIDARIO DE DESARROLLO, para reemplazar el Modelo Neoliberal, que se base en la inclusión social, la generación de valor, la transición ecológica, en una institucionalidad social y en la construcción de una nueva ciudadanía democrática”, precisa el documento.

Por otro, se recuerda que históricamente han sido los países desarrollados, quienes más han contribuido, globalmente, al desastre del cambio climático, y localmente, a la destrucción de los ecosistemas de los países del Sur Global; por lo cual se hace un llamado a asumir responsabilidades diferenciadas para enfrentar un fenómeno compartido. En ese sentido, resaltan el protagonismo geopolítico, soberano y ecológico que están tomando Brasil y Colombia de la mano de los presidentes Luis Inacio Da Silva y Gustavo Petro para defender la Amazonía y revivir la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA).

Solidaridad, desarrollo, paz

Un MODELO SOLIDARIO DE DESARROLLO para reemplazar el Modelo Neoliberal es la propuesta del Grupo de Puebla para nuestra región, sobre la base de la inclusión social, la generación de valor, la transición ecológica y energética, la institucionalidad social y la construcción de una nueva ciudadanía democrática. Así se viene desarrollando, por ejemplo, en Colombia con el liderazgo del presidente Gustavo Petro y hacia ese camino de reconciliación llaman a los lideres del progresismo en Bolivia, única forma de que continúe su proyecto político.

Se expresó también el respaldo a Brasil como parte del BRICS, por el compromiso de esta alianza con el multilateralismo, su oposición a las sanciones unilaterales y barreras comerciales, y el énfasis en la utilización de monedas nacionales para transacciones financieras en rechazo a la dependencia del dólar.

Se convocó, además, a seguir respaldando los esfuerzos y la estrategia del presidente Gustavo Petro para alcanzar la paz en Colombia, que es también la de la región, así como su llamado a tomar acciones inmediatas para enfrentar la crisis climática. 
El reconocimiento a las luchas feministas como motor de las transformaciones democráticas y de los gobiernos y procesos populares de nuestros países, a hacer propias las justas reivindicaciones de las mujeres y las disidencias sexogenéricas, que han sido visibilizadas por el movimiento feminista y el movimiento LGTBIQ+ en distintos lugares del mundo, fue otro justo reclamo, a lo que se sumó la expresa voluntad  de contribuir a la lucha por la erradicación de todas las formas de discriminación y violencia de género, a la conquista y garantías de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, impulsar el reconocimiento del trabajo de cuidados como sostenedor de la vida y las economías, y como un derecho que debe ser garantizado. 

“Asumimos el desafío de incorporar los temas de género y equidad en nuestros diálogos y reflexiones, no solo desde las mujeres, sino que como conjunto de nuestro grupo, incorporando el criterio de paridad en todos nuestros espacios de trabajo”, se especifica.

Por otro lado, se invitó a los gobiernos a ser protagonistas y no testigos de los cambios que está provocando la inteligencia artificial y su promesa de automatizar y reemplazar el trabajo humano y se denuncian los juicios políticos y la guerra jurídica que buscan la supresión de los liderazgos progresistas en la región, como ha ocurrido en los casos de Cristina Fernández, Rafael Correa, Luis Inácio da Silva, Evo Morales y Marco Enríquez-Ominami, entre otras y otros. Se condenaron también los intentos de desestabilización y golpes contra Xiomara Castro en Honduras. 

Temas como el migratorio y el del narcotráfico estuvieron en el centro de los debates, exhortándose a los Estados a hacer realidad los derechos de las y los migrantes, a quienes no debe criminalizarse y sí ver la migración como un derecho para llegar a un consenso regional y tener una voz propia frente a Estados Unidos. En cuanto al narcotráfico - un reto global y transnacional - se propuso que las nuevas políticas para enfrentarlo tengan en cuenta a los eslabones débiles de la cadena de las drogas como los campesinos, los consumidores, los adictos, los micro distribuidores y las mulas que la transportan en pequeñas cantidades y atacar con energía con los eslabones duros de la cadena como las organizaciones criminales, los narcotraficantes, lavadores de dineros ilícitos y contrabandistas de precursores químicos.

Ratificaron la condena a las medidas coercitivas y unilaterales contra Venezuela y Cuba, considerándolos actos que “no solamente violan la carta de derechos humanos, sino que significan una declaración de guerra y actos subsecuentes que golpean a los más vulnerables” y celebraron la candidatura de Claudia Sheinmbaum en México, ofreciendo apoyo al proceso democrático y plural  de Morena.

Más allá de la región, el Grupo de Puebla reiteró su solidaridad con el pueblo palestino y el saharaui, su rechazo al injerencismo de la OTAN y la exacerbación de conflictos geopolíticos y en particular, convocaron a Ucrania y Rusia, a decretar un cese temporal al fuego y explorar la posibilidad de un diálogo en busca de la paz, siguiendo las propuestas de varios líderes internacionales como Xi Jinping, Luis Inácio da Silva y el Papa Francisco.

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