Fujimorismo e imperialismo, titiriteros en Perú

Dina Boluarte tiene un prontuario tan sucio que pudiera llegar casi superar a Donald Trump, con la curiosa diferencia que al multimillonario candidato presidencial norteamericano se le han abierto decenas de causas judiciales, mientras que la mandataria peruana apenas sale interrogada o desaparecen las pruebas en su contra.

Realmente, la Justicia en la nación suramericana se ha especializado en castigar a rebeldes o inocentes o a encerrar a personas que como el depuesto mandatario Pedro Castillo, un educador pobre que llegó limpiamente a la Presidencia de Perú, fue traicionado y abandonado por quienes debían protegerlo, y tras dos años encarcelado, enfrenta ahora la posibilidad de ser encerrado por otros 34.

No importa que el apoyo a la presidenta designada fluctúe entre el 6% y el 10%, porque aún mantiene el respaldo de la Embajada de Estados Unidos, que está aumentando su penetración en el Ejército y la Policía; un Congreso desacreditado y un presunto opositor fujimorista, agradecido por haber sacado de prisión a su genocida líder histórico y estrechar lazos con su hija Keiko, a la que años atrás prometió que iría presa y hoy hace con ella agradables tertulias y recibe consejos.

Hasta ahora, subrayo, la llamada Justicia inicia procesos de investigaciones en su contra que se diluyen en la nada, mientras no pasa semana que no ocurra algo que la envuelva en las miasmas del delito, como acaba de pasar este viernes, al ser detenido su hermano Nicanor por estar profundamente vinculado con tres organizaciones criminales, mientras su hermanita, como de costumbre, resta importancia a todas estas situaciones sumamente engorrosas.

Boluarte dice que son “cosas menores”, y trata de pasar por alto la indagación a su persona por el Caso Rolex y las joyas que le “facilitó” el ricachón de Wilfredo Oscorima, y por desactivar el equipo policial que apoya las investigaciones de la fiscalía.

Aunque hasta ahora las investigaciones es como apuntar algo sobre el hielo, el Fiscal de la Nación, Juan Carlos Villena, protestó poque Boluarte, apoyándose en el Ministerio del Interior y la Policía Nacional, busca “el entorpecimiento en la ejecución de las resoluciones judiciales”.

INAMOVIBLE

Hasta el diario reaccionario español El País coincide en señalar que la supuesta oposición fujimorista la mantiene en el poder, aunque omite mencionar el apoyo que recibe de Washington.

El País remarca el cambio del discurso de la mandataria, quien llegó al poder en la lista de Perú Libre, un partido de izquierda que ahora busca, sin éxito, su salida de Palacio a través de una vacancia presidencial.

"La presidenta se ha convertido en la antítesis de lo que ella misma simbolizó como vicepresidenta cuando Castillo ganó las elecciones. (...) No hay ni rastro del proyecto de izquierdas que llevó al Gobierno a Castillo y a su equipo: la ilusión de cambio y de inclusión de los pobres en la toma de decisiones políticas", añade el medio.

“Sin embargo, la mejor solución para salir del descrédito gubernamental actual sería que Boluarte cumpliera su promesa, convocara elecciones y no se aferrara al poder sostenida por partidos que llevan años obstaculizando la gobernabilidad del país”, concluye.

Y algo que no debe ser pasado por alto: sin una bancada en el Congreso, mantiene un pacto con la mayoritaria bancada derechista para hacer posible concesiones a entes empresariales, a cambio de mantenerla en un poder al que se aferra cada vez más y no piensa abandonar hasta el término de su “misión”, en el 2026.

No le importa las decenas de manifestantes muertos, en su mayorías indígenas, en las demostraciones en su contra, por nuevas elecciones y una Constituyente, así como por la libertad de Castillo.

A diferencia de algunos países latinoamericanos, Estados Unidos y el Reino Unido han respaldado a Dina Boluarte como presidenta del Perú.

Los embajadores de los países angloparlantes se reunieron en Palacio de Gobierno con la susodicha.

Lisa Kenna, embajadora de Estados Unidos en el Perú, anunció que “espera trabajar de cerca con la presidenta Dina Boluarte y su gobierno de unidad para promover la democracia, inclusión social y prosperidad en Perú”. La funcionaria resaltó que el país atraviesa momentos difíciles, pero mantienen firme su apoyo a la población peruana y a las autoridades que eligieron en elecciones. El embajador del Reino Unido, Gavin Cook, también reconoció a Boluarte como la jefa de Estado del Perú y llamó a trabajar conjuntamente por el desarrollo del país junto a su gobierno al que calificó de “unida”.