Francisco de Arango y Parreño en el pensamiento nacional cubano

Francisco de Arango y Parreño en el pensamiento nacional cubano
Fecha de publicación: 
22 Mayo 2023
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El 22 de mayo de 1765 nació en La Habana Francisco de Arango y Parreño, un hacendado de origen español que se volvió prominente figura política en la sociedad cubana de entonces. 

Con el propósito de aproximarnos a este personaje y su contexto histórico, Cuba Sí conversó con el doctor en Ciencias Históricas Pablo Velázquez Leiva, quien como catedrático de la Universidad de La Habana ha investigado esa etapa de la Historia de Cuba.

¿Cómo debemos ver a Arango y Parreño: español o criollo? 

Las generaciones que vivieron en la etapa colonial hasta 1837, y quizás un poco más, se identificaban como españoles de ultramar. Es decir, no se consideraban a sí mismos españoles puros; eran conscientes de que había una diferenciación en su rasgo de español, sin ser ciudadanos de segundo orden.

En tal sentido, Arango fue un criollo habanero, el máximo exponente de los intereses de la élite criolla. Sería difícil encontrar un precedente de un grupo colonial que haya ejercido tanta presión sobre la Corona como la que lideró Arango. 

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Foto tomada de Granma. Pablo Velázquez Leiva es profesor del Departamento de Historia de Cuba de la Universidad de La Habana.

Los proyectos de desarrollo con relación a las plantaciones esclavistas llevados a cabo en colonias como las británicas o francesas, generalmente eran impulsados por propietarios absentistas; es decir, miembros de parlamentos o del gobierno que invertían dinero, pero no iban a sus haciendas. 
En el caso de Cuba no fue así. Aquí un grupo de criollos logró reunir suficientes capitales para invertir en la plantación esclavista. 

¿Se puede hablar de aportes de Arango a la formación del pensamiento nacional cubano?

Su vida coincidió con la etapa de máximo esplendor de las plantaciones esclavistas, con las que estuvo relacionado como uno de sus principales artífices e ideólogos. 

Soy de los que considera que, con Arango, Cuba entró en el mundo capitalista. De la primera gran generación de intelectuales, el único que es consciente de la necesidad de que la Mayor de las Antillas entre en el mundo capitalista es él. Lo dice más o menos así: Cuba debe ser la Inglaterra de América. Debía, a su juicio, convertirse en un paradigma del capitalismo industrial. 

Arango tuvo un discurso económico como el que no había habido hasta ese momento. Su idea era una política comercial y arancelaria de tipo liberal.

Es una pieza clave para entender el pensamiento nacional cubano. No podemos eliminar de la ecuación de lo nacional a la plantación, ni a los intereses que estuvieron en pugna en ese momento. Sin entender a Arango, no podemos entender la historia de la nación cubana. 

Es una figura icónica del reformismo: ¿en qué límites se movía su pensamiento político?

Fue un conservador en lo social y un liberal en lo económico. Aun así, fue un revolucionario para su época. Hubo contradicciones, desde luego. Pero en sentido estricto no trasciende como un gran polemista al estilo de José Antonio Saco. En su época hubo consenso en cuanto a verlo como un estadista de gran estatura política y moral.

¿Qué opina del tratamiento que suele recibir como figura histórica?

Al igual que al resto de las figuras de la época, casi siempre lo vemos desde una mirada limitada y esquemática. Nos cuesta entender la dimensión de su pensamiento. Si queremos entender qué somos como nación, tendremos que ir cada vez más al pasado. A veces cuesta trabajo, pero creo que en los últimos años se ha avanzado en buscar nuevos y enriquecedores elementos. 
 

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