La deforestación de la Amazonía disminuyó en un 50 % el último año

Una noticia favorable fue conocida este 12 de enero en Brasil, cuando el Ministerio de Medio Ambiente del país anunció que en 2023 la deforestación de la Amazonía cayó un  50 %. 

La información resulta esperanzadora para quienes siguieron con angustia y consternación los reportes de la reducción paulatina de ese espacio selvático,  suscitada durante la presidencia del ultraderechista Jair Bolsonaro. Y aunque todavía resta mucho por hacer para garantizar la preservación de la región, al menos la acción del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva es alentadora. 

Por ejemplo, según lo comunicado recientemente, el Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables —entidad cuya misión es proteger el medio ambiente y asegurar la sustentabilidad en el uso de los recursos naturales— aumentó, de enero a diciembre de 2023, en un 106 % las notificaciones de infracción por delitos contra la flora, respecto al promedio de 2019 a 2022. 

Así mismo, el Ministerio de Medio Ambiente también dio a conocer que la destrucción de bienes y los embargos contra infractores crecieron un 161 % y un 64 %, respectivamente. Mientras, las incautaciones aumentaron un 79%, en el mismo período. Como consecuencia de la reducción de la deforestación, se evitó la liberación de 250 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Aparentemente, ha sido la mayor reducción anual desde que comenzaron los registros en 2015.

O DESMATAMENTO CAIU 50% na Amazônia em 2023 de acordo com dados do Deter/INPE, que produz alertas diários de desmatamento para orientar a fiscalização.

A área sob alertas foi de 5.153 km², contra 10.278 km² em 2022. pic.twitter.com/FheYxz1sZ0

— Ministério do Meio Ambiente e Mudança do Clima (@mmeioambiente) January 12, 2024

Las cifras evidencian un cambio perceptible en la política federal hacia el tema ambiental. Bolsonaro había anulado los esfuerzos del ejecutivo por la preservación del territorio amazónico. De hecho, durante su mandato la deforestación fue la regla. En contraste, la reversión de los daños ocasionados durante la presidencia del exmilitar está en la agenda de Lula da Silva.
 
En efecto, con el regreso del Partido de los Trabajadores al Palacio de Planalto se reinstituyeron entidades públicas vinculadas a la protección de la Amazonía, como el Comité Directivo de la Política Nacional de Gestión Territorial y Ambiental en Tierras Indígenas y el Consejo Nacional de Política Indígena. Tales instituciones habían sido suprimidas por la administración anterior. 

Es conocido que la región amazónica tiene una biodiversidad de las más ricas del orbe. Se estima que allí habita cerca de un millón de especies animales y vegetales. Sin embargo, en la actualidad, la zona y sus habitantes se ven afectados, no solo por la deforestación, sino también por otros males relacionados, como la minería ilegal, la contaminación de los ríos, la explotación de madera y la agricultura mecanizada.

En esa dirección, el equipo de Lula da Silva retomó un viejo plan para prevenir y controlar la deforestación en la Amazonía, paralizado por la administración que lo antecedió. Ahora el compromiso señalado es eliminar la deforestación en el Gigante Sudamericano para 2030.