Estados Unidos: ¿”Guerra” por los tapabocas?

En la medida que ha descendido la reputación de Donald Trump  crece la división en el Partido Republicano.

Ahora se trata de su  controversia en torno a la obligatoriedad o no del  uso de mascarillas.

Lo reportaron así este martes en Washington, tres periodistas de la CNN, Kevin Liptak, Pamela Brown, y Sarah Westwood.

En el debate se suman gobernadores que reclaman una regulación oficial al respecto, pero hasta el momento el presidente se mantiene al margen de lo que sucede.

La mayoría de figuras republicanas electas apoyan y usan  mascarillas, para ganar imagen.

Sin embargo, Trump  se niega a utilizarla y muchos de sus invitados al Dia de la Independencia, el 4 de Julio, carecieron de estas.

Phil Murphy, gobernador de Nueva Jersey, dijo este domingo en el programa Meet the Press” de NBC,  “creo que debería ser un requisito nacional”.

Los reporteros de CNN  apuntaron que Murphy ha mantenido relaciones amables con Trump y participado con este en juegos de golf.  

El principal asistente del mandatario indicó que es probable que la Casa Blanca nunca ordene el uso obligatorio de tapabocas.

Uno de sus voceros, Mark Meadows, declaró a Fox News: “Ciertamente, un mandato nacional no se ordenará”.

Tres meses después de revertir las pautas y recomendar el uso de mascarillas, importantes funcionarios republicanos y aliados de Trump ahora entienden que utilizarlas sería un elemento esencial para contener la pandemia.  

Funcionarios de la Casa Blanca examinan su uso para lograr que la población llegue a vivir a largo plazo con el virus. 

Pero, la voluntad de Trump está lejos de ser clara para cambiar su postura personal sobre el tema.

Y en reuniones con sus asesores, ha declarado que un llamado más enérgico para el uso de mascarillas podría enviar un mensaje equivocado  mientras él intenta que Estados Unidos elimine  el virus.

CNN afirma que el debate sobre las mascarillas o tapabocas ha impuesto contradicciones reiteradas que conducen a resultados negativos en materia de salud.

Y la respuesta equivocada de Donald Trump  ha causado daños graves a la perspectiva política,  dando la impresión que no toma en serio la pandemia.

Sus asesores opinan que “de continuar así nuevos brotes podrían revertir las reaperturas que necesita desesperadamente para tener una oportunidad en noviembre”. 

Hoy acorralada entre signos de interrogación.