Estados Unidos: Funeral de libertades

Meg Kinnard y Emily Swanson, periodistas de la Associated Press (AP), reportaron que este sábado, en Estados Unidos conmemoraron el 20 aniversario de la caída de sus Torres Gemelas.

Diez años después, los estadounidenses tenían una visión razonablemente positiva de sus derechos y libertades.

Ahora, no tanto, de acuerdo a una investigación de la AP-NORC Center for Public Affairs Research. La encuesta da continuidad a un estudio iniciado en 2011.

Expertos señalan que ha demostrado el progresivo convencimiento de muchos estadounidenses que su  gobierno abusa de  autoridad, y muchos menos dicen que protege la libertad de expresión, el derecho al voto y de portar armas, entre otros.

Ello hace aún más evidente el gradual pero sostenido quebrantamiento de su sistema económico, político y social.

Según la encuesta, el 45 por ciento piensa que protege la libertad de expresión, el 32 dice que no y el 23 no opinó.

Meg Kinnard y Emily Swanson, señalan que la proporción de quienes  pensaban que el gobierno protegía ese derecho era del 71 por ciento en 2011 y 59 en 2015.

Añaden que apenas la mitad de los encuestados dice ahora que el gobierno protege la libertad de culto, comparado con el 75 por ciento en 2011.

Con respecto al derecho a la igualdad bajo la ley, son más los que creen que no lo protege debidamente, 49 a 27. En 2011, esa  proporción era 48 a 37.

Según la investigación, el 54% sostiene que “a veces es necesario que el gobierno sacrifique algunos derechos y libertades para combatir el terrorismo”, hace una década era el 64 por ciento y ahora el 44 opina que nunca es necesario.

Al respecto, la mayoría de los demócratas estiman que es necesario, mientras los republicanos  están divididos: el 46 por ciento  cree que a veces y el 53 dice que nunca lo es.

El 44 por ciento opina que el gobierno protege bien la libertad de prensa, mientras que el 26 piensa que no lo hace debidamente.

En cuanto al derecho al voto, el 43 por ciento estima que lo protege   y  el 37 piensa que no lo hace.

Por ahí va gran parte de la sociedad estadounidense.