EE.UU.: Racismo en las entrañas

Todos estos meses de camino hacia las elecciones presidenciales de noviembre han estado plagadas del incremento de la represión policial y de extremistas partidarios de Donald Trump contra la población negra, principalmente, pero también contra otras minorías que tienen un volumen considerable.

Un segundo mandato de Trump sería terrible para la inmensa mayoría: desde la abandonada población norteamericana hasta para gran parte del mundo, excepto los gobiernos afines y serviles y elementos que, como la gusanera de origen cubano, sirven hasta de consejera para los asuntos más sucios.

Sin dudas, la falta de organización en las manifestaciones contra el gobierno y el establishment que le apoya hace que muchas de las protestas se diluyan, como aquella de Ocupar Wall Street y estas que a diario demuestran en las calles de numerosas ciudades su repudio al continuado y aumentado odio racial.

Y ello sin mencionar el crimen cometido contra la población, principalmente la más desheredada, en el tardío, incompleto y prejuicioso tratamiento a la desatendida pandemia del nuevo coronavirus, que temen en EE-UU. su principal centro emisor a nivel mundial, la cual es bendecida por los neofascistas aliados de Trump, porque, eliminan a lo que consideran seres inútiles, como el 40% de los ancianos, y la población pobre, en su mayoría negros, latinos y amer8ndios.

PRECISAMENTE…

…  el caso del exterminio masivo de amerindios y la discriminación contra norteamericanos de origen japonés, mexicano-estadounidenses, y otros grupos humanos tiende a "invisibilizarse" cuando se entra al tema del racismo, porque las discusiones sobre los grupos de origen africano predominan en la agenda. 

Más aún, el tema de la inmigración ilegal esta profundamente ligado a la cuestión racial y nacional como se ha visto en la frontera con México. Esto ha causado insultos racistas como Wetback (espaldas mojadas) por cruzar el Río Grande de inmigrante ilegal, y Anchor babies (bebés ancla) los hijos nacidos de estos.

Uno de los usos del racismo fue basarse en él para facilitar y legalizar la esclavitud que en Estados Unidos comenzó con esclavos negros africanos y las personas de ascendencia africana, y ocasionalmente con los amerindios. 

Una ley de Virginia de 1705 estableció que la esclavitud se aplicaría a aquellas personas de pueblos que no fueran cristianos. La mayoría de los esclavos eran negros y estaban en poder de los blancos, aunque algunos norteamericanos nativos y negros libres también tenían esclavos. La esclavitud se prohibe en Estados Unidos en 1865, luego de la Guerra de Secesión mediante la Decimotercera Enmienda.

SEGREGACIÓN MANTENIDA

Pero se mantuvo la segregación o separación racial, que es la separación de espacios, servicios y leyes para las personas de acuerdo a su descendencia. Fue practicada en muchos lugares del planeta hasta mediados del siglo XX.

Como resultado de la lucha por el Movimiento por los Derechos Civiles en Estados Unidos y del apoyo del Presidente John F. Kennedy y de Lindon Jonhnson, se firma la Ley de Derechos Civiles en 1964, en la que se prohíbe la aplicación desigual de los requisitos de registro de votantes y la segregación racial en las escuelas, en el lugar de trabajo e instalaciones que sirvan al público en general ("lugares públicos"); y en 1965 la Ley de derecho de voto.

Pero, de una manera u otra, este sentimiento racista se volcó siempre contra los pueblos de raza oscura, como en gran parte de América Latina y el Caribe, predominando ideas del Partido Nazi de Estados Unidos, que en 1995 explicaba la historia a su manera, para hacer ver que al profesar los españoles el catolicismo romano, su vida estaba regida por el oscurantismo religioso, el fanatismo y tendencias políticas opuestas a la forma republicana de gobierno. 

Para los nazis, como para los supremacistas blancos norteamericanos, todos enfervorizados simpatizantes de Donald Trump, “siendo de ascendencia hispana, los latinoamericanos estaban predispuestos a ser individuos inferiores, acostumbrados a la pereza, la corrupción y a las desastrosas prácticas políticas”.