Bolívar: A 240 años de su natalicio, más presente que nunca

"De Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies". Así trascendía el legado del Libertador de América en nuestro Héroe Nacional José Martí, quien tuvo en su ideario y en el accionar por la libertad, soberanía e integración de nuestros pueblos, la esencia bolivariana.

Y es que a Bolívar ha estado presente en las últimas décadas -con fuerza estremecedora- en las luchas de nuestra región latinoamericana y caribeña por ser más libres, por el derecho a escoger por sí mismos el camino a seguir sin imposiciones ni injerencias extranjeras, mucho menos imperiales. Ha estado y está en el afán de decidir en las urnas, en paz, sin violencia, quienes serán sus gobernantes y cómo construir entre todos y todas, en beneficio de las mayorías, modelos económicos y sociales más justos y equitativos.

Por solo mencionar algunos casos relevantes, el pensamiento bolivariano ha marcado una y otra vez a la Revolución venezolana, capaz de enfrentar los más duros golpes internos y amenazas externas, pero firme en el propósito de seguir adelante construyendo una sociedad socialista con características propias, con un gobierno de calle y en perfecta unión cívico-militar, como la describe el presidente chavista Nicolás Maduro.

Está Bolívar en la Bolivia capaz de levantarse de las cenizas y como Ave Fénix volver a reconstruir un país sufrido tras golpes de Estado, muertes, persecución, y ubicarse entre las economías más estables y en crecimiento de la región, con índices cada vez menores de pobreza y una gran inversión social en educación, salud, seguridad, por solo mencionar algunos sectores.

Y qué decir de la Colombia de Gustavo Petro, donde hoy se escucha al pueblo y se enaltece la paz como bandera de lucha, que intenta dejar de ser esa tierra sufrida, en guerra permanente, donde hasta ahora fallecían cada año cientos de líderes sociales, activistas, periodistas, y ahora se recupera para enaltecer la vida y la justicia social.

En el Brasil de Lula da Silva, el México de Andrés Manuel López Obrador, la Argentina de Cristina, el Ecuador de la Revolución Ciudadana, la Nicaragua sandinista, la Honduras de Xiomara Castro de Zelaya y en muchos rincones más de Nuestra América está y estará presente Bolivar, el hombre que a pesar de las tantas dificultades que le impuso la vida, no estuvo nunca en sus planes la derrota y amó intensamente la vida, a la humanidad toda, por eso ofreció hasta su último aliento.

Por eso también habrá que seguir adelante aunque sea "entre relámpagos y rayos", habrá que seguir batallando porque sean más los pueblos libres y se levanten todos los puños necesarios para lograrlo. Tendremos que seguir gestando la unidad, la cooperación, la solidaridad entre nuestras naciones por encima de saqueos, militarización, sanciones unilaterales, bloqueos, guerras mediáticas y para ello será un empeño vital rescatar y reforzar todo lo que organizaciones como la CELAC, el ALBA - TCP, Petrocaribe y UNASUR, entre otras, pueden y deben ser aún.

Pero por encima de todo, habrá que volver una y otra vez a Bolívar, para encontrar en su pensamiento y acción las múltiples claves para definir y desandar los caminos, unirnos y alcanzar nuevas victorias. Porque a  240 años de su nacimiento, sus alertas y enseñanzas no solo están presentes: nos hacen más falta que nunca.